5- YO ESTUVE EN LA SIERRA DE FALCÓN
No recuerdo bien la fecha; creo que fue a mediados del año 1966.
Trabajaba yo entonces, para la Compañía Schell de Venezuela.
Mi trabajo era dictar charlas de inducción para el personal de la Nomina Mayor, recién ingresado a la Empresa; tambien dirigir cursos de supervision , diseñados, tanto para supervisores del personal obrero, como para el personal supervisorio de la Nomina Mayor hasta los niveles de Superintendente o equivalente. Los cursos, a nivel gerencial, se dictaban en el exterior, principalmente en Londres.
Los cursos de supervision se dictaban en Maracaibo, Caracas y en
la Refinería de Punta Cardon, Paraguana, Edo. Falcón.
Terminaba de dictar un curso de supervision en la Refinería; este era de 8 horas diarias, de lunes a jueves. Como iba a estar 4 dias en la Refinería , me fui en mi carro, un Mercedes 220. El viernes deberia estar de regreso para Maracaibo. Yo tenia información que Angel Evelio, mi primo, pero que para mi era como un hermano, estaba en la Serranía de Falcón, bregando con la guerrilla. Asi que pase por el Cuartel Falcón, en Coro, para saber algo de Angel Evelio: el, para ese entonces era Coronel y comandaba un batallón de cazadores. Me identique y el jefe del Cuartel me pregunto si yo me atrevía a ir a la Sierra, porque daba la casualidad que en esos momentos estaba saliendo con ese destino un comboy militar. Yo dije que si, y en mi carro subieron un teniente y tres soldados. Sin contratiempos, llegamos como a las 8 de la noche al Cuartel donde estaba el batallón de cazadores; creo que era el Cruz Carrillo. El lugar era unas linstalaciones, donde antes de la aparición de las guerrillas, habia funcionado un trapiche para la molienda de caña de azucar y hacer papelon. Estábamos en la Sierra de Falcón. Angel Evelio se sorprendió y luego, con mucha alegría, me dijo: esto hay que celebrarlo. Mando a matar un cochino y comimos cochino frito con casabe y guarapo de papelon. Todo, gracias a Dios, sin novedad. Al dia siguiente, sábado, nos levantamos tempranito; Angel Evelio me consiguió un uniforme y me entrego una pistola; vamos a recorrer la zona. Asi que fuimos a la Negrita, La Chapa y otros pueblecitos de la Sierra. Angel Evelio, me habia advertido: si tu quieres te quedas en el Cuartel; estamos en zona guerrillera.. Le dije que yo lo acompañaba.
Al caer la tarde, fuimos a Curimagua; el quería que yo conociera "El Mirador". Una vista maravillosa. Íbamos en tres jeep militares. De regreso podíamos hacerlo por San Luis o por una carretera de tierra que era un camino mas corto entre Curimagua y el cuartel.
Nos regresamos por la carretera de tierra. Cuando hacia como media hora de camino, el jeep que iba delante del jeep de comando, donde íbamos Angel Evelio y yo, diviso un carro, a la orilla de la carretera, con las 4 puertas abiertas. Angel Evelio, sonó el silbato 3 veces. Eso quería decir: todo el mundo a tierra, boca abajo y en posición de disparar. Donde se viera algún movimiento o se oyera algún ruido, habia que disparar. Asi estuvimos como 15 minutos. Sin novedad. Entonces, Angel Evelio, mando con el mecánico del grupo, a un subteniente y tres soldados, no caminando, sido arrastrandose para inspeccionar el carro. Asi se hizo; la comisión inspecciono el carro y al no encontrar nada alarmante, le ordeno al mecánico prender el carro y ponerlo en marcha. Los jeep Iban solos, con el chofer,y todo el personal arrastrandonos,y en alerta. Asi fuimos como unos 100 metros. Como no se sintió nada, nos subimos a los jeep y seguimos. No habíamos rodado unos trescientos metros cuando vimos a un señor que salía del monte y al ver que nos llevábamos el carro hizo señas para que nos detuviéramos. Nos detuvimos y Angel Evelio ordeno subir al señor, una vez chequeado para ver si portaba algún arma, a uno de los jeep. Angel Evelio me comento: este es algún enlace de los guerrilleros, pero como es civil lo tenemos que llevar a San Luis para ser interrogado por el Jefe Civil de San Luis de la Sierra. Ya serian como las doce de la noche. Se hizo venir al Jefe Civil y se comenzó a interrogar al señor. Le preguntaron que ¿que que hacia por esas soledades y respondió que cazando lapas. Angel Evelio, que sabia muy bien lo que era cazar lapas, interrumpió el interrogatorio y le dijo: señor aquí Ud. cree que somos lapas. Se puso de pie y llamo al Capitan y le dijo: este listo para la orden que le voy a dar. Entonces le pregunto al señor que ¿donde habia dejado la escopeta? El señor le respondió que en el sitio donde lo habíamos encontrado ; que al sentir el ruido de los jeep le habia dado miedo y la habia escondido. Angel Evelio le dijo al Capitan: vaya con el señor a buscar la escopeta que el dice; si no la encuentran, lo fusilan y lo entierran en el sitio; por si acaso llevense dos picos y una pala. Todo teatro, para asustarlo.j
Y, luego se dirigió al señor: sepa Ud. que esta es una zona de guerra; nosotros no estamos jugando. El tipo, se asusto todo, y comenzó a cantar. Dijo que el habia sido contratado para llevar comida y otras cosas a los guerrilleros. Angel Evelio le dijo al Jefe Civil: hay que enviarlo a Barquisimeto para esclarecer bien el caso.
Nos montamos en los jeep y nos fuimos para el Cuartel.
Al dia siguiente, domingo, a media mañana, con los camiones del comboy, me regrese a Coro. Llegue a Maracaibo como a las 6 de la tarde.
Si Uds. me preguntan si en esa noche sentí miedo, les diré : no, pero me temblaban las piernas.
Caracas, 24 de noviembre de 2013.
Héctor Corro I.
Serie : ANECDOTAS
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