domingo, 16 de noviembre de 2014
Un dia sin nombre Hector Corro I
8- UN DIA SIN NOMBRE
Si, era un dia cualquiera. Danilo Hernández y Luisito Aparicio, grandes amigos desde siempre, al bajarse del carro para echar gasolina en una de las bombas que antes existían en el cruce de las Avenidas Cinco de Julio y Delicias, divisaron que allí cerca, sobre la Avenida Delicias , estaba trabajando un "cepilladero." Terminaron de echar gasolina en el tanque de su carro, lo estacionaron con dirección hacia Grano de Oro y se dirigieron hasta donde estaba el cepilladero.
De pronto se separaron. Luis Aparicio se acerco al cepilladero y le pidio dos cepillados. Danilo se dirigió hacia la bodega mas cercana, eran dias navideños, y compro varios "tumba rancho." El cepilladero, sin mirarlo, porque si lo hubiese visto no le habría hecho pregunta alguna; hablar con Luis Aparicio, el Big Leader del Hall de la fama, es un honor para cualquier zuliano. Pues bien, el cepilladero le pregunto: ¿para que queréis dos cepillados si vos estáis solo. Luis le contesto : es para un compañero que fue a la bodega a comprar "algo". Y ¿como los queréis? Bueno, el mío de níspero y el de mi amigo de guanábana; y a los dos le echais bastante leche condensada. Mientras Luis hablaba con el cepilladero, Danilo ataba los tumba rancho a la cola del burrito. Danilo espero que Luis recibiera los cepillados y encendió la mecha de los tumba ranchos. El burro pego un rebuzno que se oyó hasta en el Lago. Corcoveo, destrozo el carrito y todo lo que estaba en el, y fue a parar la carrera al finan de la Avenida Delicias. El pobre animal tenia el rabo y sus alrededores, totalmente destrozados.
El cepilladero no salía de su asombro. Danilo y Luis Aparicio reían y los transeúntes pensaron.......cada quien lo que quisieran.
Danilo y Luis pagaron "sobrao", el daño causado al cepilladero. Este compro una moto y un carrito nuevo. A los que le preguntaban como habia hecho para cambiar el burro por la moto, les respondia.
Si, primo: "me la regalo", vos sobéis quien: nada mas ni nada menos que mi amigo, LUIS APARICIO.
Caracas, 28/D de 1013
Héctor Corro I.
Serie : ANECDOTAS
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