jueves, 30 de junio de 2016

Del Revocatorio a la........Carlos Blanco

Del revocatorio a la renuncia 


El referéndum revocatorio (RR) está en marcha. El madurismo en su etapa apolillada procura impedirlo. Sin embargo, la dinámica política y la opinión internacional plantean que si no hay revocatorio la renuncia de Maduro se convierte en la opción.
Hace un par de meses la oposición manifestó que apelaba a todas las opciones para procurar el cambio de régimen (RR, enmienda constitucional, renuncia, constituyente, destitución por abandono del cargo, destitución por poseer dos nacionalidades); pero, en realidad, la multiplicidad de opciones resultaba de no haber acuerdo en una. Varias se exploraron y la que fructificó con más vigor fue la del RR, originalmente impulsada por Henrique Capriles y Primero Justicia. La recolección inicial de firmas en el trámite inventado por el CNE fue una expresión masiva de apoyo al RR; tanto, que a pesar de las dilaciones no pudieron impedir que casi 2 millones fuesen recabadas, y luego, con creces, validadas las necesarias, aunque el CNE sabemos que dirá que no todas son válidas.
El RR se ha constituido en sí mismo en un movimiento, respaldado internacionalmente, para una salida pacífica a la crisis terminal del régimen de Maduro.
Van a tratar de retrasar más aún. Sin embargo, tienen cuesta arriba impedir la recolección de 20% de firmas que es el próximo paso. Cuando eventualmente se anuncien las fechas para esa recolección cabe imaginar lo que ocurrirá: amplia movilización dirigida a que no solo 4 millones de votantes sino 6, 8 o 10 se activen esos días. En la práctica Maduro será revocado cuando se recojan las firmas. Serán ríos humanos confluyendo hacia los centros habilitados para firmar. Pondrán todas las trabas, pero el país estará en la calle. Ese será el RR en términos prácticos.
Se sabe que Maduro no sobrevive a una consulta popular, así la demoren, la hagan diagonal, sinalagmática o mantecosa. No way. Esta es la razón por la cual muchos jerarcas rojos derivan poco a poco hacia la necesidad de la renuncia, lo cual confluiría con la demanda de las fuerzas democráticas de un cambio inmediato: se cumpliría el propósito del RR solo que más rápido.
Ahora el RR y la exigencia de renuncia no son una disyuntiva sino una sucesión de procesos. Si va el RR se remueve a Maduro sin atenuantes; pero, si sabotean el RR, el movimiento por la renuncia se vuelve la opción más viable.
Hasta los genios que consideraban una ingenuidad exigir la renuncia de Maduro ahora la ven como propuesta apropiada y verosímil. Aunque tarde, han entendido.


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El Revocatorio: ¿Tiene.......Trino Marquez


Trino Márquez 
Posted: 29 Jun 2016 10:31 PM PDT


Nicolás Maduro y su corte de seguidores trata de impedir la convocatoria al referendo revocatorio utilizando los procedimientos más extravagantes y antidemocráticos que han conseguido en el catálogo de las arbitrariedades. Cada obstáculo que levanta el CNE o el TSJ es más grotesco que el anterior. Jorge Rodríguez, el siniestro personaje al que se le encomendó abortar la consulta, actúa con desparpajo e insolencia. Su cinismo es gansteril. Jorge Luis Borges le daría un lugar privilegiado en Historia universal de la infamia.

A pesar de los abusos, amenazas y extorsiones, la gente, conducida con firmeza y claridad por la MUD, se ha mantenido compacta en su deseo de salir del Presidente de la República a través del voto. Los ciudadanos quieren opinar, votando. Lo hicieron el 6 de diciembre pasado, cuando, con más de 70% de participación, le dieron amplia mayoría a la oposición, una de cuyas promesas electorales fundamentales consistía en impulsar la revocación del mandato de Maduro. Luego, firmaron en solo tres días más de dos millones  de personas para otorgarle a la MUD la representación política de la solicitud, cuando apenas eran necesarias 196.000 rúbricas y se disponía de un mes para cubrir este trámite. Más tarde, salvando todas las rocambolescas trabas impuestas por el cuarteto oficialista del CNE, esa misma gente logró reafirmar su voluntad. Más de 430.000 ciudadanos desafiaron los atropellos de las damas del ente comicial.

La nueva maniobra consiste en designar al magistrado exprés Luis Damiani, integrante de la Sala Constitucional, redactor de la ponencia para evaluar si las firmas recogidas son válidas. Esta evaluación es innecesaria. Las firmas fueron recogidas en los pocos centros habilitados por el CNE con el personal, las captahuellas y la base de datos del organismo. La aprobación de las firmas, por lo tanto, tendría que haber sido automática, consecuencia directa de haberse presentado el elector a reafirmar su voluntad revocatoria en un acto organizado por la cúpula del Poder Electoral. Esta operación escamoteo también se estrellará contra la tenacidad del pueblo y la fortaleza de la MUD.

El binomio electores y dirigencia, se combina con la presión interna desatada por grupos disidentes del chavismo -Marea Socialista, algunos combatientes del 4-F, Clíver Alcalá Cordones, entre otros- y por factores  internacionales agrupados en torno de la OEA y otros organismos multilaterales. Hasta los amigos de la Unasur y los acompañantes seleccionados por el mandatario venezolano,  le aconsejan que se someta al referendo revocatorio en 2016, para evitar que la crisis global se desborde.

Maduro se encuentra en una situación en la cual sus únicos aliados son los miembros de su entorno civil más inmediato, el TSJ, el CNE y el reducido sector de la cúpula militar que se ha enriquecido de forma obscena por su cercanía al poder. En el exterior, su apoyo clave continúa siendo la dictadura cubana. Se trata de una cúpula podrida, según los términos puestos de moda por el comandante Chávez, opuesta, por razones vinculadas a sus propios intereses, a que el país resuelva sus enormes conflictos de acuerdo con el procedimiento establecido en el artículo 72 de la Constitución.

¿Podrá esa cúpula desprestigiada, desenmascarada e impopular, frenar el sentimiento popular y contener la gigantesca presión nacional e internacional desatada sobre Maduro para que acepte el revocatorio en 2016? Hasta ahora todos los obstáculos que esa claque ha colocado en el camino han sido removidos. Maduro y sus aliados no han podido maniatar el sentimiento de cambio. Todavía les queda el recurso de incrementar los desafueros y elevar la represión. El encarcelamiento de los dirigentes de Voluntad Popular, Francisco Márquez y Gabriel San Miguel, indica que la dictadura no está dispuesta a rendirse sin apresar a unos cuantos  líderes, mejor si son jóvenes, víctimas favoritas de las tiranías.

Esta opción punitiva encierra un costo muy alto. Mayor desprestigio y aislamiento internacional, más probabilidades de que se aplique la Carta Democrática Interamericana, más posibilidades un estallido social y mayor deterioro del chavismo. Maduro será el único responsable de ese precio.

@trinomarquezc




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lunes, 27 de junio de 2016

Estamos ganando.......Pedro L Echeverria


Estamos ganando, el futuro es nuestro


Pedro Luis Echeverria
Lo que podría haber sido impensable unos años atrás, cuando el proyecto chavista se fundamentaba, en buena medida, en el aislamiento de una parte la sociedad civil adversa al régimen, en su reclusión a un estado de oposición permanente y en construirles la aureola de una imposible alternativa de poder, pasó a ser la mejor salida posible ante las difíciles circunstancias en que se encuentra el país. La conflictividad social y la hecatombe económica que padecemos muestra la magnitud del problema que afronta el gobierno y que solo puede resolverse con un radical cambio del modelo socio-político que ha venido aplicando y el de sus conductores. La quiebra de los servicios sociales, la marginación, el desempleo, el desabastecimiento, la incontrolable inflación, la exorbitante corrupción, la forma perversa en que se engaña al pueblo con falsas esperanzas de redención en estos tiempos de desintegración social y el desmoronamiento del mito revolucionario, han determinado que  la otrora multitudinaria adhesión popular al régimen muestre un inexorable e irrecuperable descenso. El modelo del "socialismo del siglo XXI" ya no se percibe como una alternativa para la cohesión social sino más bien como un factor de exclusión y segregación  dentro de la sociedad venezolana. Representa, para el ciudadano común, un fracaso más que no le compensa el castigo sufrido por las fracturas sociales y la pérdida de su calidad de vida. Ese ciudadano ha entendido que es moralmente inaceptable que la manera de gobernar del gobierno se fundamente en la exclusión ajena y se pretenda clasificar a las personas e instituciones en dignas e indignas y en merecedoras o no de la atención gubernamental, dependiendo del grado de adhesión y lealtad con el ineficiente y diletante ocupante del palacio de Miraflores. 
La posibilidad que tiene la oposición en los eventos que se desarrollan, de conquistar democráticamente el espacio institucional y político desde donde conducir una nueva alternativa para  los destinos de la Nación avanza sostenidamente. Estos tiempos de estancamiento económico, de pérdida del rumbo que debe transitar el país, de amenazas y obstrucción a la decisión mayoritaria de la ciudadanía de revocar el mandato de Maduro, el referido desprestigio del régimen y la represión gubernamental a las ideas y valores modernizadores, han creado la demanda ciudadana por un conjunto de valores alternativos a los que sustentan los que asaltaron el  poder desde 1999. El ambiente es, por tanto, propicio para poner sobre la mesa una revisión de todo lo acontecido hasta ahora, examinar la caducidad del sistema operante, la falsedad de los fundamentos mismos del Socialismo del siglo XXI y el fortalecimiento de la tradición venezolana diferenciada del marxismo. En fin, una obligada rectificación a la irresponsable e inconveniente deformación operada en los valores de nuestra sociedad.
Recuperada, como en efecto ha ocurrido, la autoestima de la disidencia nacional y propiciada, desde posiciones ganadas en los comicios del 6D, la capacidad para participar activamente en la orientación del país,  el resultado previsible cuando se realice el referendo revocatorio nos abre una magnífica oportunidad para rescatar y reafirmar los valores de libertad e  igualdad de los venezolanos y el respeto a la dimensión universal de democracia y  pluralidad que el régimen, sistemática y perversamente, ha desconocido. Sin dudas, el futuro es nuestro.          

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El Heroísmo ....Alberto Barrera T.


EL HEROÍSMO DE LOS BOLÍGRAFOS 
Alberto Barrera Tyszka



Podría ser una historia de desplazados, de gente que fue forzada a escapar de su tierra, a cruzar una frontera, sorteando la geografía y evitando las fuerzas militares. No es así. Fueron 180 personas que querían ejercer un derecho que consagra la Constitución: validar sus firmas para activar el referendo revocatorio. Pero para hacerlo tuvieron que atravesar una montaña y cruzar un río. Caminaron 5 horas. Ocurrió en el Estado Aragua pero la misma experiencia, con diferentes variantes, se repitió en muchísimos otros lugares de todo el país. Esta semana, el gobierno y las instituciones que controla se convirtieron nuevamente en enemigos de los ciudadanos. El Estado revolucionario existe para impedir la democracia.
La imagen de todos estos hombres y mujeres, vestidos como quieren o pueden, de manera irregular y multicolor, todos distintos, con pensamientos y caprichos diferentes, unidos por la pasión y la paciencia de hacer valer sus firmas, sus marcas íntimas en medio de esa mayúscula grandilocuente que llaman pueblo;  la imagen de todos ellos luchando por defender sus nombres, tan suyos y tan patria como cualquier nombre, es un símbolo que desarma al poder, que deja desnuda la retórica rimbombante de estos 17 años ¿Al servicio de quién está la autoridad?  ¿Qué es, en verdad, la unión cívico- militar? ¿Dónde está? La famosa Fuerza Armaba Bolivariana y Chavista parece destinada a cumplir tan solo con el manual de Engels: son un cuerpo violento, dedicado a proteger a la clase dominante. No le de más vuelta, General Padrino López. Usted está ahí para defender los privilegios de los poderosos.
Hugo Chávez siempre habló como si su historia fuera una epopeya. Sin embargo, su historia no lo correspondía. Así pasa. Sus palabras decretaban una épica que no tenía relación con su vida. La escena que dibuja de manera más patética este dinámica sucedió el 2 de marzo del año 2008. Chávez, aguerrido y frontal, ordenó lo siguiente: “Señor Ministro de Defensa: ¡envié 10 batallones a la frontera con Colombia de inmediato! ¡Batallones de tanques¡!La aviación militar que se despegue!”  No estaba en el frente, entre bombas y cañonazos. No se encontraba tampoco en un fuerte militar. Para nada. Chávez estaba en su programa de televisión. Dijo lo que dijo y el público aplaudió. El General Rangel Briceño, Ministro de la Defensa en ese entonces, respondió que sí,  por supuesto, pero volvió a sentarse otra vez en su silla. No pasó nada grave. No hubo mayores consecuencias. Como si la guerra fuera una parte del show.Como si todos supiéramos que, en realidad, Chávez está fanfarroneando un poco, que tampoco la vaina es así, que no nos tomemos esto tan en serio, que mañana se le pasa y todo sigue igual.
La épica del chavismo estaba en los dólares. Cuando había dinero, el heroísmo fluía de manera fascinante, maravillosa. El precio del barril de petróleo guarda un particular equilibrio con la moral bolivariana.  La boina roja se alimenta con billetes verdes.  Y ahora que se acabó el dinero, que la gente tiene hambre y protesta, la unión cívico-militar de repente se ha esfumado. Las hazañas de las FNAB son otras: detienen impunemente a jóvenes, golpean a mujeres, cierran las vías para que 180 personas no pueden ir a validar sus firmas.
En un extraordinario artículo, publicado hace unos días en el periódico español El País, Colette Capriles señalaba cómo, en esta ocasión, el CNE ni siquiera ha podido practicar el “decoro republicano” que –hasta ahora- lo había ayudado a disfrazar algunas de sus anteriores acciones. Se va la plata y se va el pudor. Ya no hay recato. Ya no hay respeto por las formas. Ahora solo administran la violencia.
En medio de toda esta jerga pomposa, en el contexto de un discurso oficial militarista, esta semana es tal vez más importante de lo que aparenta. De pronto irrumpió de nuevo el otro heroísmo. Aquí está la épica de a pie. La épica que no se financia con el dinero público. La épica que no quiere obedecer sino expresarse de manera individual.  Es el heroísmo de los bolígrafos, no de las armas. El heroísmo que no lleva uniforme. El heroísmo que no grita en cadena nacional, lanzando amenazas al aire. El heroísmo que no cuenta con escoltas ni con bachaqueros rojos rojitos. El heroismo que no tiene guardaespaldas ni programas de televisión.  El heroísmo feroz que camina horas, que enfrenta agresiones, que no se deja silenciar. El heroísmo que solo tiene un nombre, su propio nombre, su nombre propio. Y el inmenso desespero de decirse, de reafirmarse, de pronunciarse limpia y libremente sobre el mapa.





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sábado, 25 de junio de 2016

Qué pasó realmente....Mariano de Alba

¿Qué pasó realmente en la OEA? ¿Se activó la Carta Democrática?


El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, conforme se había anunciado, se reunió para recibir formalmente el informe del Secretario General Luis Almagro sobre la crisis que atraviesa Venezuela.
El inicio de la sesión estuvo marcado por la polémica, pues la delegación de Venezuela, representada por la Canciller Delcy Rodríguez, se opuso al orden del día. Según la Canciller, la presentación del informe suponía que el Secretario General Almagro estaba “dando un golpe de Estado”. Vista esta oposición, tuvo que someterse a votación si se aprobaba la agenda, con el resultado de que veinte países aprobaron la presentación del informe de Almagro, doce estuvieron en contra y dos países se abstuvieron. La representación de Venezuela votó en contra y, por ende, fracasó en su intento de detener la presentación del informe de Luis Almagro.
No obstante, no se aprobó la activación de la Carta Democrática. A pesar de lo que prevé el Artículo 20 de la Carta Democrática, en la práctica no hubo intención por parte de la mayoría de los países someter a la consideración del Consejo tal activación. En consecuencia, se decidió únicamente tomar nota de la presentación del informe y conforme explicamos a continuación, es posible que, vista la recomendación de Almagro (ratificada por países como Argentina, Jamaica, Colombia y Canadá), desde la OEA se conforme un “grupo de países amigos” que se sume a los esfuerzos liderados por Rodríguez Zapatero.
La exposición del informe de Luis Almagro
El Secretario General, Luis Almagro, expuso, de manera resumida, el informe publicado el pasado 31 de mayo que puede ser consultado aquí. Almagro informó a los países que en Venezuela existe una crisis que se está deteriorando rápidamente y dijo que en el país se “vive una crisis humanitaria sin precedentes e innecesaria”, habida cuenta de que se trata de uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo.
Describió el ambiente de “corrupción, pobreza y violencia” que viven los venezolanos, estableciendo que “una cuarta parte de los venezolanos come sólo dos veces al día” y que existen “pérdidas de vidas humanas como consecuencia del desabastecimiento”. En cuanto a la violencia, reveló que “en 2015 murieron más personas en Venezuela por esta causa que en Afganistán”.
Por su parte, informó al Consejo Permanente del “acoso, censura e intimidación” a los medios de comunicación, la existencia de presos políticos, haciendo referencia incluso al inaceptable caso reciente de Gabriel San Miguel y Francisco Márquez. También reveló que el Tribunal Supremo “ha optado por bloquear cada ley aprobada por la Asamblea Nacional”, concluyendo así que no existe una verdadera separación de poderes. Finalmente, destacó la “importancia de la realización del referéndum revocatorio este año 2016”, concluyendo que “la democracia requiere diálogo, pero para que el diálogo sea eficaz requiere de acciones”. Por tal razón, recomendó la constitución de un “grupo de amigos” que provea de apoyo técnico y logístico al ex-presidente Rodríguez Zapatero y compañía.
Precisiones necesarias luego de las exposiciones
de los países miembros
Luego de la presentación del informe por parte del Secretario General Almagro, 24 de los 34 países miembros de la OEA hicieron uso de su derecho de palabra. Todos los países se manifestaron en favor del diálogo, pero lo hicieron con diferentes matices.
Luego las intervenciones, lo primero que hay que precisar es que los países no votaron para decidir si activaban o no la Carta Democrática. Ello no fue propuesto por Almagro durante su exposición (aunque sí lo había hecho en su informe) y en la práctica fue recogido únicamente por Estados Unidos, quien reconoció que la votación podía ser “ahora o en una fecha posterior”. En consecuencia, vista la falta de intención de la mayoría de los países, en la práctica no hubo una votación en la OEA para determinar si en Venezuela existe o no “una alteración grave del orden democrático”, tal y como lo explicáramos aquí en Prodavinci.
Segundo, como ya lo había hecho el 1 de junio y explicamos aquí en Prodavinci, todos los países  en el Consejo Permanente ratificaron su apoyo a un proceso de diálogo. Países como Bolivia, Nicaragua, Ecuador y algunos países del Caribe manifestaron su apoyo a los esfuerzos de Rodríguez Zapatero y la UNASUR. Por su parte, la delegación de Venezuela fue más allá estableciendo que ese esfuerzo era “el único posible” y que nunca había solicitado “ni solicitará el apoyo logístico y técnico de la OEA”. Sin embargo, la mayoría de los países de la OEA ratificaron la propuesta de Argentina y del Secretario General Almagro de conformar un “grupo de amigos” que se sume a los esfuerzos de Zapatero. Por ende, ahora deberían comenzar los esfuerzos diplomáticos por parte de países como Colombia, México, Costa Rica, Chile, Argentina, entre otros, para constituir concretamente este grupo de amigos y someterlo a la aprobación del Consejo Permanente. Ello convendría a toda Venezuela, pues reforzaría la legitimidad del proceso de diálogo y otorgaría garantías para que ese diálogo no sea un esfuerzo falso sino que suponga soluciones reales a la grave crisis.
Es cierto que la Canciller venezolana, contrario a lo que había sostenido hace apenas dos días en presencia de Rodríguez Zapatero,se atrevió a anunciar que desde el punto de vista del gobierno, el único mediador posible es el grupo ya constituido bajo el auspicio de la UNASUR. Sin embargo, si esta iniciativa llegase a aprobarse pronto, el gobierno se pondría en una situación muy delicada a nivel internacional al desconocerla, constituyendo una demostración que no tendría verdadera voluntad de diálogo. En este momento, existe una fuerte presión internacional para que el esfuerzo de Zapatero dé resultados y ello pasa necesariamente porque el gobierno, mediante acciones concretas, demuestre su supuesta voluntad de diálogo. En cualquier caso, hay que recordar que todavía es posible que el Consejo Permanente vuelva a reunirse para aprobar la activación de la Carta Democrática, lo que, de concretarse, constituiría un reconocimiento formal del carácter no democrático del gobierno.
Tercero, no cabe duda que la OEA, al igual que el resto de la comunidad internacional, seguirán muy pendientes de lo que ocurre en Venezuela, tanto de la situación económica y social como del proceso para la realización el referendo revocatorio y la crisis política. Países como Canadá, Paraguay, Perú, Colombia y Estados Unidos, rescataron “la importancia del revocatorio” como una de las vías para resolver la crisis. Y el resultado del debate demuestra que, contrario a lo que declaró la Canciller Delcy Rodríguez, la OEA no busca “intervenir en Venezuela” y “desconocer al gobierno de Nicolás Maduro”: simplemente se decidió debatir la situación y estudiar la conformación de un grupo que ayude en el proceso de diálogo.


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Referéndum: ¿Medio o Fin? Luis Pedro españa


REFERÉNDUM: ¿MEDIO O FIN?

Luis  Pedro  España

Cientos de trabas y retrasos no van a impedir que se validen las firmas requeridas de esta primerísima fase del proceso revocatorio. A pesar de las inauditas normas, construidas con la única finalidad de hacer realidad los deseos del poder, se alcanzarán las validaciones requeridas, pero con un margen que le permita a los laboratorios del fraude presentarse con cualquier sorpresa cuando den el resultado de esta primera etapa.
Es una burla, el acto de caradurismo más grande (por ahora) del CNE, pretender que sea cierto que el movimiento político que obtuvo más de 7 millones de votos hace menos de 6 meses, no pudo recoger menos de 200.000 firmas. Pero si el poder y sus intereses asociados creen que es necesario, pues lo harán. No importa cuántas huellas o firmas tengamos hasta el próximo viernes, si en los planes está patear el referéndum de una buena vez y no seguir con el jueguito de la próxima etapa, pues se jugarán la carta que, a sabiendas, puede que sea la última.
De ser así, anunciarán con la pose de la mentira que todo el país desprecia, la sarcástica sonrisa de los psicópatas y con la pomposidad marcial que tanto le ha servido a la hipocresía, la suspensión del mecanismo constitucional.
Si tuviera que apostar, me inclinaría por la continuación de la partida. Es posible que aún no estén tan derrotados como para lanzar al país de una vez a la ingobernabilidad. Si lo hiciesen, realmente el final está mucho más cerca de lo que imaginábamos.
Es de suponer, entonces, que anunciarán la superación de la etapa con escaso margen, o al menos el suficiente como para seguir el juego y darles carroña argumental a los constructores de la propaganda oficial y sus mentiras sobre la debilidad de la oposición. Mensaje que a su vez será el alimento para el oportunismo que busca en los divisionistas de la oposición un reposicionamiento con miras al poder.
En resumen, estamos próximos a asistir a un repetido capítulo de esta tórrida lucha por sacar del poder al origen de nuestras desgracias. En buenas cuentas, todos sabemos que detrás de estas maniobras políticas, no hay ni una sola que construya viabilidad futura para sus planes. Son brazadas para mantener a flote un proyecto que lleva rato hundido.
Pero mientras el gobierno sigue su estrategia en dirección a la nada, la oposición, la alternativa que tiene el país sobre el futuro, no puede perder la brújula y con ella su norte. Llevamos muchas semanas hablando de política electoral. Es mucho tiempo recordando e indignándonos con las jugarretas del poder. Mientras tanto el pueblo sigue en su mismo padecimiento. Con el día a día que la crisis le obliga a vivir. El pueblo olvidó la política como forma de resolver sus problemas. Sin buscarlo hemos logrado que la política le haya vuelto a sonar extraña, lejana, y ajena. Nuevamente la política dejó de tener que ver con la realidad.
Es cierto que lidiar con la mentira y la trampa gasta tiempo y energía, pero no podemos olvidar el verdadero objetivo, el centro del problema, la razón por la cual el pueblo desprecia al gobierno y ve con nuevos ojos otras opciones políticas.
El referéndum es un medio, superar la crisis y devolver la esperanza es el fin. Al país hay que recordarle que la nueva democracia siempre los tendrá de primero. El medio nunca sustituirá el fin. Recuperemos entonces el centro social del debate político. De lo contrario seguiremos llegando en la raya, y sin la indignación suficiente, a las condiciones institucionales necesarias para que ocurra el cambio político que necesitamos. 

Elogio de la Política Luis Ugalde S.J.



ELOGIO DE LA POLÍTICA



          LUIS UGALDE sj

Hoy entre tanta carestía y desesperación nada es más escaso en Venezuela que la política. Vivimos una semana intensa de negociaciones verdaderas y de simulacros de diálogo para engañar y mantenerse en el poder. La inusual reunión de la OEA, las alarmas prendidas en varios bloques de países, la validación de las firmas para el revocatorio presidencial, los saqueos de la desesperación y las mil reuniones y rumores, confirman lo insostenible de la catástrofe actual. Si el gobierno fuera democrático y respetara la voluntad popular, emprendería los cambios exigidos o renunciaría.No debería pasar del próximo mes de julio esta toma de decisiones trascendentales que abran la puerta al abastecimiento contra el hambre, a la llegada humanitaria de medicinas, a la liberación de presos políticos y asuman las medidas económicas imprescindibles para la reactivación empresarial productiva. Todo ello basado en la restauración de la violada constitución democrática. 

 ¿Por qué no ocurre algo tan obvio? Porque reina el imperio de la anti política, vivimos en dictadura.

Al principio fue la comunicación directa del caudillo con la masa de seguidores entusiasmados, sin mediación de partidos ni de instituciones, al estilo fascista cantado por Ceresole. Cuando Chávez apenas se estaba estrenando en la Presidencia me dijo con franqueza”yo no creo en los partidos políticos, ni siquiera en el mío, yo creo  en los militares que es donde yo me formé”. Cuando reinan las armas, la soberanía no está en el pueblo sino en quien tiene el fusil. Es la muerte de la política. Sin embargo, Chávez significó para muchos venezolanos el resurgir de la política, que estaba moribunda por los partidos, gastados por la rutina y la corrupción e insensibles ante la creciente pobreza. Luego vino el fatal enamoramiento con el agónico régimen cubano, fracasado en todo menos en el arte de mantenerse en el poder dictatorial, y se dio el desgraciado matrimonio entre militares y el marxismo-leninismo. Ya habían ocurrido el derrumbe del Muro de Berlín, la disolución del Bloque Soviético y la conversión capitalista del partido comunista chino y su reino. La mayor parte de la izquierda marxista en Venezuela había evolucionado a la luz de esos hechos, pero una minoría seguía creyendo que para poder destruir el monstruo de la “dictadura de la burguesía” se requiere la “dictadura del proletariado” concentrada en un solo partido, con todos los poderes estatales y las armas en sus manos y sin la debilidad de la división de poderes. En ese modelo dictatorial los adversarios políticos son enemigos cuyo lugar es la cárcel, el exilio o la y la sobrevivencia, sometidos y excluidos de toda política.

El Estado dictatorial nace del asalto al poder de una minoría (“vanguardia del proletariado”) y su imposición armada.  Los monarcas absolutos decían “el Estado soy yo” y “rex  est lex”, el rey es la ley. ¿Quién duda de que Stalin, Mao o Castro eran Estado y ley suprema, con súbditos callados y obedientes?  Castro era Jefe de Estado, de gobierno y de partido único, no por una degradación del modelo, sino porque ese era su propósito, como ahora el del régimen venezolano. 

El poder tiene su rostro divino y también diabólico. Jesús cortó la disputa de sus discípulos por los primeros puestos en el futuro reino poder al que ellos aspiraban, diciéndoles que en los reinos de este mundo los poderosos oprimen a sus súbditos, “pero entre ustedes no ha de ser así”, sino que el más importante sea el servidor de todos. Esta actitud radical de servidor es la base de la democracia. El habitante se transforma en ciudadano asumiendo una actitud superior de solidaridad y responsabilidad colectiva. Sin ciudadanos no hay democracia, ni república, pues lo público es un espacio común  con “voluntad general” compartida por las millones de voluntades individuales que se constituyen en soberano. En la base de todo está el reconocimiento de los otros, de los distintos, la solidaridad con ellos y la corresponsabilidad. Dada la tentación dictatorial (de derecha o de izquierda) de todo poder, es necesario crear los contrapesos y  limitaciones, como son los límites  de duración en los cargos, la alternancia y la no perpetuación ni elegibilidad ilimitada, como acordó nuestra constitución de 1999. 

Para salir del desastre actual necesitamos no sololíderes políticos democráticos, sino la repolitización de toda la sociedad, la conversión de los habitantes en ciudadanos, que actúan, que dialogan y negocian, que reconocen a los que son distintos  para hacer una casa común donde tengan cabida los intereses de los diversos grupos. Con alegría hemos visto muchos jóvenes universitarios que trascendiendo su estrecho interés individual, descubren la política como exigente camino de servicio al conjunto de la sociedad. Venezuela necesita un pacto social básico  para el bien común y que todos y cada uno de los sectores (vecinos, trabajadores, empresarios, magistrados, educadores, iglesias…) nos preguntemos qué podemos aportar para que ello sea compartido y realizado.  

O asumimos masivamente la política como responsabilidad superior o morimos en el saqueo anárquico de los restos dejados por quienes saquearon primero.




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A Rodríguez Zapatero.......Trino Márquez

A Rodríguez Zapatero no le gusta el revocatorio

Trino Márquez
23 Junio, 2016
José Luis Rodríguez Zapatero, mediador propuesto por Nicolás Maduro para facilitar el acercamiento entre el Gobierno y la oposición, intervino en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el lunes 20 de junio, sin referirse con un mínimo de solidez a los graves problemas políticos, económicos y sociales que existen en Venezuela, todos provocados por la aplicación del absurdo modelo del socialismo del siglo XXI, y sin mencionar el referendo revocatorio, mecanismo constitucional previsto en la Constitución para sustituir al Presidente de la República por la vía electoral.
Rodríguez Zapatero hizo mutis por el foro porque, dijo, no le gusta el revocatorio. Como apuntó Henrique Capriles, la clave del asunto no reside en lo que le guste o le disguste al exjefe del Gobierno español, sino en lo que señala la Carta Magna. Si un comisionado va mediar en un hipotético conflicto en España, poco importará que esté de acuerdo o en desacuerdo con que el régimen de ese país sea una monarquía constitucional, con la figura del Rey como jefe de Estado. A lo mejor el modelo podría parecerle un anacronismo. Sin embargo, en nada contribuiría este emisario a resolver el conflicto cuestionando de entrada la naturaleza del régimen. Rodríguez Zapatero, y los otros mediadores de la Unasur –Leonel Fernández y Martín Torrijos- deberían saber que el referendo revocatorio fue impuesto por Hugo Chávez durante los debates de la Asamblea Nacional Constituyente en 1999, como parte de su filosofía acerca de la nueva democracia, inspirada en las formulaciones de Toni Negri. La nueva democracia debía trascender la democracia formal, representativa, burguesa. La soberanía reside en el pueblo, verdadero soberano y protagonista de los procesos sociales. Es al pueblo a quien corresponde colocar y revocar a los mandatarios electos por el voto popular.
El presidencialismo tan acentuado de la Constitución del 99, en la que se fija el período presidencial en seis años -otro capricho del Comandante-, fue atenuado con la introducción del revocatorio. Con el fin de no circunscribirlo sólo al Presidente, se extendió a los otros gobernantes ejecutivos electos también a través del sufragio universal: gobernadores y alcaldes. Ocurre, sin embargo, que los períodos de los mandatarios regionales son de cuatro años, lapso muy corto para aplicarles el revocatorio, mecanismo engorroso que toma mucho tiempo activarlo. Por esa razón es que no se instrumenta contra esos funcionarios.
Mientras a Rodríguez Zapatero, siguiendo las directrices de Maduro, no le gusta el revocatorio y lo considera un adorno de mal gusto, al pueblo sí que le gusta, y bastante. La reafirmación de la voluntad revocatoria del 1% del Registro Electoral Permanente (REP) ha sido un testimonio conmovedor de la voluntad y confianza inquebrantable de la gente en su protagonismo para resolver por la vía pacífica y electoral la gigantesca crisis que sacude al país. El Gobierno nacional, las rectoras oficialistas del CNE, los gobernadores y alcaldes del PSUV, los grupos paramilitares del chavismo, formaron una alianza diabólica con el fin de quebrar la decisión de la gente. Aplicaron métodos hamponiles, algunos grotescos, como dejar sin máquinas de verificación los municipios y parroquias más poblados y donde los opositores son mayoría, y colocar captahuellas en zonas poco habitadas o controladas por el oficialismo. El comportamiento gansteril se ha traducido en presiones, amenazas, chantajes, extorsiones sobre los empleados públicos, pensionados, becados, contratistas del Estado. Todos los mecanismos mafiosos han sido activados con el propósito de impedir que la verificación de firmas fuera exitosa. Pero, no lo lograron: la gente pudo soportar las largas colas provocadas por la operación morrocoy y el saboteo ordenados por el CNE, los cortes de luz, las vías obstaculizadas, las bombas lacrimógenas y todas las incomodidades y abusos cometidos por la Guardia Nacional y los grupos tarifados. La decisión popular se impuso. Este round se ganó.
De ninguno de esos abusos, encarados con firmeza y claridad por la MUD, ha tomado debida nota el señor Rodríguez Zapatero. Debería agarrar lápiz y papel y hacerlo. El proceso apenas comienza. Su acompañamiento será importante para que el proceso culmine sin mayores contratiempos. La gente le dijo Sí al revocatorio. Impedirlo podría resultar demasiado costoso.
@trinomarquezc


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domingo, 19 de junio de 2016

La Rebelión de los. Luis V. Leon

La rebelión de los bachaqueros

Luis Vicente León
El Bachaqueo, que en economía llamamos arbitraje, es una distorsión que ocurre cuando se discriminan mercados y se pretende vender productos baratos, usualmente por debajo de los costos de producción, alterando artificialmente el valor de las divisas, controlando los precios o subsidiando con manguera. La economía, que es un río rebelde, siempre busca ajustar esa irregularidad. Como es de suponer, la demanda de los productos baratos se hace infinita y no importa cuantos pongas en el mercado, vuelan y no alcanzan para todos. 
Los usuarios deben hacer colas gigantes para comprar y la distribución se hace irregular y sesgada, dejando sin productos a una parte de la población, que se ve obligada a pagar sobre precios para obtener la mercancías. Se produce con esto un triple efecto perverso: el gobierno se descapitaliza, la escasez crece exponencialmente y se hacen peores las colas y las restricciones de compra y finalmente, el mercado negro es el rey.
En la medida en que la situación se prolonga, el problema se agrava. La capacidad de subsidio del gobierno se agota y la oferta de bienes se desploma. Es más rudo conseguir los productos y la brecha de precios entre el regulado y el negro se dispara. Ese diferencial es tan atractivo que más y más personas quieren ser bachaqueros y se crea una cadena vinculada a ese negocio, que incluye a quienes sacan mercancías al exterior, quienes revenden directamente, los vende puesto en la cola, quienes financian a los bachaqueros, los que dan información para identificar los puntos donde estará la mercancía y los bachaqueros de luxe, que compran a los primarios y venden por Internet. Hay algo claro, el bachaqueo es muy rentable y una vez desarrollado, desmontarlo es tan complejo como hacerlo con los cultivadores de marihuana.
Resolverlo no tiene que ver con la distribución sino con el modelo general que origina la distorsión: el intervencionismo y control. Sin abrir mercados, estimular la producción y sincerar los precios no hay solución.  Cuando se van por la ruta primitiva de poner gasolina a la candela, controlando aún mas la producción y la distribución, el resultado es aún peor.
Controlando la distribución, no produces más y sólo logras distribuir la escasez. El intento del gobierno de cambiar el bachaquero privado (que es en efecto un problema) por un repartidor público (CLAPS), controlado por seguidores de su revolución, lo único que logra es cambiar un bachaquero privado por uno público, lo que dejará claro frente a la gente que el gobierno no tiene capacidad de producción, ni de importación ni de distribución y concentrará la responsabilidad en él. Pero lo más peligroso es que añade presión a la calle. Las grandes castas de bachaqueros, acostumbrados a salir diariamente a la calle para luchar por productos que revender, ahora se paran ahí mismo, exigiendo productos que necesitan para revender. Ellos sí están dispuestos a tomar  camiones, saquear locales, trancar calles y enfrentar a quienes pretenden sacarlos de su rentable actividad.
Los CLAPS añaden un ingrediente potente al cóctel Molotov en el que se ha convertido el país. A la molestia e hipersensibilidad de una sociedad abatida por la crisis y afectada por la escasez, se le suma ahora la lucha de un inmenso grupo de bachaqueros que sienten perder sus privilegios y su forma de vida.
Lo que hoy estamos viendo es el inicio de una rebelión, pero no todavía de la gente común. Es la rebelión de los bachaqueros, un monstruo que el mismo gobierno creó y que se convierte ahora en su peor pesadilla. El drama para ellos es que este monstruo es un potencial disparador de protestas masivas que podrían complicar aún más la gobernabilidad.

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Los Bachaqueros violentos

Los “bachaqueros violentos”

Editorial de   El  Nacional
El término fue acuñado por Nicolás Maduro. En el empeño de leer a su manera la realidad nacional, se afana en la oferta de vocablos cuyo objetivo político es evidente. Trata de evadir la responsabilidad del caos, y en esa pretensión se pone a buscar las palabras convenientes. Piensa que así encubre la crisis, que estira un poco más la arruga mientras los acontecimientos le conducen a buscar otras frases y otras expresiones que cubran con su manto la vida de un país escarnecido y desencantado por los dislates de la “revolución bolivariana”. Por esa razón últimamente viene hablando de “bachaqueros violentos”.
Ya se había referido a los bachaqueros como causantes del desabastecimiento, como si no estuviéramos ante un fenómeno provocado por el régimen. Ya los había maldecido en cadena nacional y les había ofrecido penas y cárceles, como si no fueran los hijos legítimos de la carestía de productos básicos que debe atribuirse, sin ningún tipo de dudas, a la ineptitud y a la rapacidad del régimen.
Ha presentado a ese tipo de comerciantes informales como responsables del alza de precios, como si no dependiera del gobierno rojito el suministro y la distribución de los productos básicos. La presentación cuadraba con las ideas que habitan en su cabeza –si de veras habitan algunas en ella– sobre las atrocidades del capitalismo en todos sus niveles, aún en este rudimentario del mercado de los bienes que no se encuentran.
Horas después de una primera descalificación ampliamente difundida, viene con nuevas andanadas en las que habla de la existencia de “bachaqueros violentos”. Se trata, según la orientación que mueve su retórica de mandatario acosado por las señales del entorno, de una pandilla de marchantes que actúan como maleantes; de una especie de fuerza armada de mercaderes humildes convertida en tropa de asalto con el objeto de turbar la concordia de la sociedad y, por consiguiente, de entorpecer los planes del régimen sobre adquisición y distribución de alimentos. Así las cosas, a los pelucones que llenan los espacios de su gastado discurso se agregan nuevas y poderosas mafias capaces de conmover los cimientos de la sociedad. Pero también de desestabilizar el régimen.
¿Por qué habla Maduro de “bachaqueros violentos”? Porque necesita culpables ante el recrudecimiento de las protestas y no puede aceptar que el pueblo salga a la calle a gritar por comida. Porque se niega a sentir que las protestas más clamorosas sucedan en los barrios  pobres y porque necesita una excusa para la represión.
En lugar de presentarse como verdugo del pueblo y apagador de una candela colectiva que se enciende por todos los rincones, quiere que lo veamos como el gobernante justiciero que la emprende contra la más reciente y rudimentaria expresión del capitalismo salvaje: los “bachaqueros violentos”.
Encontró un argumento que no desentona con el mensaje del chavismo custodio de los desvalidos, y que le puede permitir la justificación de los excesos que protagonizará para el mantenimiento de la paz colectiva.  De ser así, mal la pasarán los manifestantes acusados de “bachaquerismo violento”. 


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sábado, 18 de junio de 2016

Politica y Lenguaje Eduardo Fernandaz

POLÍTICA Y LENGUAJE

EDUARDO FERNANDEZ

Uno de los hechos más deplorables de los últimos lustros en la política venezolana es la degradación del lenguaje. Motiva esta reflexión la lectura de una reciente declaración del presidente electo del Perú Pedro Pablo Kuczynski en la que se disculpa frente a su competidora, la señora Fujimori, y se disculpa ante la nación, ante todos los ciudadanos, por los excesos verbales en los que dincurrió a lo largo de la campaña electoral en ese país.

Seguramente que la disculpa viene aconsejada por el análisis de los resultados electorales. En Perú se eligió un presidente por una mínima diferencia. Hubo un empate técnico. La mitad de los electores votaron por Pedro Pablo Kuczynski y la otra mitad votó por la Fujimori.

Por si fuera poco, el nuevo presidente tendrá que lidiar con un Congreso en el que el fujimorismo tiene una clara mayoría. Todas estas circunstancias aconsejan un acercamiento con la fuerza que perdió las elecciones pero que tiene una gran influencia en el Congreso y en la vida nacional. Para iniciar ese acercamiento el nuevo presidente comienza por pedir excusas por los excesos verbales en los que él y su gente incurrieron para descalificar a sus oponentes.

Traigo el caso peruano a colación para volver al tema de este artículo: la degradación del lenguaje político. En Venezuela el debate político siempre ha sido áspero pero, como todo, en los últimos años hemos caído en una ordinariez y en una chabacanería insoportables. La política, en gran medida, es pedagogía, es testimonio, liderazgo, convocatoria a las virtudes superiores del pueblo. No puede reducirse a la mezquina dimensión de un pleito subalterno. El debate político tiene que ser de altura, testimonio de respeto recíproco y ejemplo de respeto por los ciudadanos. A eso se refiere Kuczynski cuando dice que no solo debe disculparse con su adversaria, sino con toda la nación. En efecto, es una falta de respeto a toda la nación degradar el lenguaje político.

En Venezuela, desgraciadamente, el mal ejemplo viene desde las alturas del poder. Desde hace 17 años, desde la Jefatura del Estado se ha utilizado un lenguaje escatológico que ha permeado por todo el cuerpo social. El Presidente de la República, que por mandato constitucional debería ser un factor de unidad nacional, ha contribuido, el anterior y el actual, a la degradación del discurso político. Hace falta un gran esfuerzo para dignificar la política y rescatar la majestad y la elegancia del debate público.

Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández
@EFernandezVE


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No dialogar es.....Jean Maninat

NO DIALOGAR ES CLAUDICAR

        
                JEAN MANINAT

En los momentos más cruentos de la guerra de Vietnam, cuando el napalm arrasaba con extensas porciones de selva, y las portadas de las principales revistas y periódicos del mundo mostraban con horror la foto de una niña quemada caminado sin rumbo por una vereda; mientras salían a la luz pública las imágenes de las aldeas vietnamitas arrasadas por órdenes de un oficial sádico o aterrorizado; entretanto las televisoras mostraban a los jóvenes soldados gringos con las heridas cubiertas por vendas ensangrentadas y las avenidas del “imperio” colmadas de manifestantes en contra de una guerra que ya su gobierno había perdido; en París, los gobiernos de EEUU y de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte) se sentaban a negociar, minuciosamente, el fin de las hostilidades bélicas entre la dos naciones.
Hay una retórica, exaltada y simplona, de ojos inyectados de sangre, que irrumpe cada vez que la posibilidad de un diálogo se plantea entre contendores políticos. Y hay razonamientos pausados, calibrados en base a la experiencia de otros intentos de dialogar que han sido fallidos, o manipulados por una de las partes -suele ser el gobierno- para neutralizar su efecto real.
Sin embargo, se ha demostrado que el diálogo es un arma política, sofisticada, potente, que puede ser letal para quien intente jugar con ella, mostrarla en público cuando las circunstancias lo agobian y desecharla pasado el susto. Muy al contrario de lo que arguyen tantos pechitos inflados, hace falta mucha entereza y valor para sentarse a dialogar, cara a cara, con un contendor poco fiable y especialista en el juego del truco.
En el caso venezolano, voces de diversa índole han hecho llamados a un diálogo entre el gobierno y la oposición: el Papa, Naciones Unidas, Unión y Parlamento Europeo, OEA, Unasur, y más recientemente el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. Digamos que es un elenco importante que merece ser atendido, sobre todo porque el exhorto es el reconocimiento internacional de que el gobierno luce cada vez más incapaz de solventar, por su cuenta, la terrible situación que creó su mala gestión.
¡Con la gente pasando hambre y ellos dialogando!  Sí, precisamente por eso, por lo difícil de las circunstancias, es que no hay que esquivar el diálogo, por el contrario, habría que emplearlo como un fundamento de la recuperación democrática de la nación. Hoy en la lucha, y mañana ante una eventual transición que los venezolanos ansían sea democrática.
Sentarse a dialogar no tiene porqué significar la cancelación del esfuerzo revocatorio, el cual, por lo demás, no debería depender de los resultados de una interlocución con el gobierno, sino marchar con autonomía por rieles separados. Lo mismo es válido para las elecciones de gobernadores (¿recuerdan?) que no deberían estar en discusión, pues están pautadas para diciembre de este año.
Las explosiones de ira popular seguirán allí o se agravarán -no dependen de la oposición- y la erradicación de sus causas: inflación, desabastecimiento y hambre, debería ser una prioridad en cualquier diálogo que se plantee, a menos que se piense que lo bueno que tiene esto, es lo malo que se está poniendo para los más desprotegidos. Y, por supuesto, la libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados.
El diálogo requiere de valor político y entereza ética. No asumirlo, por principio,  sería entregar un potente instrumento de la lucha democrática y dar señales de debilidad frente a la comunidad internacional y el país. No dialogar, es claudicar.
@jeanmaninat

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viernes, 17 de junio de 2016

Una Frontera.......Tulio Hernandez

UNA FRONTERA LLAMADA REVOCATORIO

    
   
    TULIO HERNANDEZ

EL NACIONAL

Independientemente de que se realice, o que sea definitivamente boicoteado por el gobierno, el referendo revocatorio marcará un antes y un después, el fin de una era de nuestra historia política reciente y el nacimiento de otra.
Si se realiza, si el gobierno respeta las normas, acusa la presión internacional y el creciente sacudón interno, las cartas para un relevo gubernamental están echadas. La tendencia decreciente del apoyo popular al proyecto rojo hace inexorable la derrota del oficialismo.
Es una curva en picada. Chávez en las presidenciales de 2006, le saca a Rosales 23% de ventaja. Maduro, en el 2013, sólo un sospechoso 1,4%, esta vez a Capriles. En las legislativas de 2015, los rojos pasan a ser una minoría y la Unidad Democrática se hace de la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. En apenas tres años, el chavismo pierde el fervor de 2.560.000 electores. Un promedio de 2.000 por día. 
No es descabellado entonces que la élite cívico-militar rojarrojita, atrapada en la cárcel sin ventanas de la utopía revolucionaria guevarista, esté dispuesta a frenar la realización del referendo. No importa cuantos principios constitucionales tenga que llevarse por delante, la meta es impedir a toda costa su expulsión de Mirafores.
Si este exabrupto ocurriera, ya que nada lo impide en un modelo político donde no existe autonomía de  poderes, continuarían los mismos actores al frente del Estado pero su percepción, legitimidad y reconocimiento internacional cambiarían definitivamente.
Los miembros de la élite cívico-militar en el poder dejarían de ser percibidos de manera ambigua, como un mix entre izquierdistas revolucionarios y tiranuelos de república bananera, para pasar a engrosar las filas, ahora sí de manera flagrante, de los dirigentes políticos latinoamericanos que en un momento de sus vidas patean la mesa y optan por un régimen de facto. Como el que condujo Fujimori luego de la disolución del Congreso peruano.
Un espectador escéptico diría que esta nueva violación no sería otra cosa que una raya más p’al tigre. Que los chavistas han violado la Constitución cuantas veces les ha dado la gana. Y que, sin embargo, nada decisivo, ninguna sanción, ha ocurrido en su contra.
Es verdad. Pero al espectador habría que recordarle que una cosa es violar a alguien en la oscuridad confusa de un calabozo, una habitación de hotel o un lejano descampado y otra, con efectos muy distintos, hacerlo en la plaza pública a la vista de todos.
La figura revocatorio se ha convertido en un icono mundial de la defensa de la democracia en Venezuela. Se ha hecho figura humana. Como en el cuadro aquel de La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, el revocatorio o la libertad de escoger, que es lo mismo,  adquiere forma de mujer que con su pecho desnudo, y en este caso no bayoneta sino voto en una mano y la bandera tricolor en la otra, avanza incontenible hacia el espectador dándole fuerza a aquellos que la siguen.
La realización del referendo se ha convertido en el más inmediato y probablemente único instrumento que pueda revertir, o al menos palear, por vía pacífica y constitucional el acelerado proceso de deterioro nacional. Impedir que la consulta se realice sería algo así como un strip tease ideológico de parte de los rojos, una manera de arrancarse de una vez por todas la máscara democrática que ocultaba el rostro totalitario, y firmar el fin de la política y el pase a la clandestinidad de la dirigencia opositora.
Como un anciano lascivo, el chavismo en sus últimos estertores trata de impedir el paso de la mujer bastión que avanza por la plaza pública. Le rasga sus vestiduras. La patea y la deja tendida en el piso sangrante e impotente. Le niega sus derechos. La viola.
Todos lo han visto. En la calle la ira comienza a fluir. Como lo ríos subterráneos. Una nueva era ha comenzado. La boca de los manifestantes sabe a metal lacrimógeno. El diablo anda suelto. O quizás no.  Quizás haya revocatorio  y, en medio de la hambruna evidente, nos preparamos para volver a ser un solo país que pronuncia titubeante, pero con gusto, la palabra futuro.
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