viernes, 30 de septiembre de 2016

Carta a los soldados......Felipe Pérez Marti

La carta de Felipe Pérez Martí a los soldados

Mensajepor redaccion » 30 Sep 2016, 08:

A los soldados venezolanos
Felipe Pérez Martí
Caracas, 23 de septiembre de 2016

Estimados soldados venezolanos, hombres y mujeres todos. Quisiera tener una conversación larga y sincera con ustedes.

Comandante Supremo

Primero que todo me quiero presentar como un soldado más. Soy el inventor de la expresión “Comandante Supremo”. Como saben, el Presidente Chávez me pidió que lo ayudara en el Ministerio de Planificación, en mayo del 2002. Luego de que aceptara trabajar con él, le dije “Hugo (lo tuteaba en privado), tú eres el Comandante en Jefe; pero yo tengo un Comandante Supremo”. Él captó inmediatamente lo que esto significaba, por tener una formación militar: cuando sus órdenes estuvieran en contra de mis principios, yo no iba a seguirlas, sino que me iba a guiar por esos principios, que eran los que iban a orientar mi trabajo en el gobierno. Alguien podría pensar que Chávez se enojó, pues eso implicaba decirle que yo tenía otro jefe, en realidad, al que iba a obedecer por encima de él, y que si estaba trabajando con él, era porque mi Comandante Supremo me lo había ordenado, y no por otras razones. Pero no. Él soltó una sonora carcajada, y me dijo: “¡no te preocupes, Felipe, que ese es el Comandante de todos nosotros!”. Al otro día lo vi en televisión con un crucifijo azul (cuya copia nos dio a muchos de nosotros), mostrándolo, y repitiendo exactamente la misma frase que me había dicho a mí en privado: “¡Este es el Comandante de todos nosotros!”

Me imagino que él con alguna frecuencia decía entre sus íntimos que el Comandante Supremo le estaba ordenando esto o aquello. En especial, cuando estaba ya de salida de este mundo terrenal, cuando seguramente diría que “el Comandante Supremo me está llamando”. Si bien es cierto que la soberbia lo fue envolviendo y cegando con el tiempo, él jamás hubiera estado de acuerdo en ser llamado de esa manera, por la sencilla razón de que sabía que nunca podía tomar el sitio que le correspondía a Dios, de quien era realmente devoto. Pero como ustedes saben, seguro que la caterva de aduladores que siempre lo rodearon, en algún momento empezaron a llamarlo así, aún en vida, y sobre todo después de su muerte. Con fines utilitarios, estoy seguro, para usar su imagen en favor propio.

El cuento es que me considero un soldado, como ustedes. Y en ese sentido estamos hermanados, de hecho, con todos los hombres y mujeres venezolanos. Seguimos una misión aquí. Cada quien en su posición concreta, sirviendo un propósito. En el caso de ustedes, defensa de la soberanía de la nación por la vía de las armas físicas, sabiendo que esa soberanía se extiende, y depende de, la soberanía política, económica y social. En el caso mío, que estoy seguro es el caso de ustedes también, mi función es la defensa del país, y de la humanidad y la naturaleza toda, con las armas de la verdad, la justicia, la paz interior, la tolerancia, la democracia. Y los enemigos son, es bueno dejarlo explícito, la mentira, la manipulación, la injusticia, la explotación, la segregación, la exclusión y la esclavización humana y de la naturaleza. En el caso de ustedes y el mío, somos también seguidores de Simón Bolívar, quien vino a liberar y defender naciones y pueblos, no a someterlos, esclavizarlos, a conquistarlos y usufructuar su trabajo y su territorio; todo mediante la prédica de principios de moral y de luces en todos sus discursos, y sobre todo con sus acciones. Está claro que usó las armas, físicas y éticas, para servir al pueblo, no para servirse de él y usarlas para oprimirlo.

Situación económica actual y sus remedios

Para ver qué país, y qué gente es a la que defendemos con nuestras armas, veamos muy brevemente, en un lenguaje llano y resumido, cuáles son los problemas económicos y cómo se resuelven. No hace falta entrar en el detalle de todas las cifras para darse cuenta de que el diagnóstico es de un país cercano a la muerte, en un sentido muy real: escasez de comida y medicinas, insumos, repuestos, etc, con una contracción económica que puede rondar del 15% al 20% a finales del año. Inflación galopante, que puede llegar entre 700% y 1.000%. Altísimos niveles de inseguridad y caos, saqueos frecuentes, protestas espontáneas por comida y falta de servicios públicos, con una semilla en erupción de violencia generalizada, sometido al hambre, a enfermedades, a muertes perfectamente evitables, con una pobreza de ingresos llegando al 80% de la población, todo lo cual hace pensar en una posible africanización de nuestro país.

Paradójicamente, la solución económica es técnicamente sencilla. Y para eso, veamos las cosas más importantes del asunto: el déficit fiscal ha estado por cinco años en más de 10% del PIB, llegando a cifras de 18%. Algo inaudito, realmente. Normalmente cierras esa brecha entre gastos e ingresos bajando los gastos, subiendo los impuestos, o incrementando la deuda. Como la posibilidad de deuda externa está bloqueada, y el gobierno no ha bajado los gastos, la brecha, en términos reales, se ha cerrado con una subida de los impuestos. Se trata del impuesto inflacionario. Más del 80% de esa brecha se ha estado monetizando. El gobierno ha estado imprimiendo dinero, que es básicamente papel. Lo ha dado a la población en contraprestación de bienes y servicios, y eso ha generado inflación. En otras palabras, el gobierno ha tomado de la gente su producción y su trabajo a cambio de papeles con cada vez menos valor. Y la gente se ha quedado con esos papeles que compran cada vez menos bienes (pues los vendedores de productos y servicios a los que hay que inducir a aceptar esos papeles a cambio, quieren conservar el valor real de su riqueza, por lo que piden más papeles devaluados por ellos; y en eso consiste la inflación).

Pero ¿por qué el gobierno ha puesto a pagar ese tremendo sacrificio a la gente? Veamos. Si quisiéramos tener solvencia fiscal (cuentas fiscales balanceadas en el largo plazo, sostenibles), podríamos hacer varias cosas. Imaginémonos que eliminamos el control de cambios, subimos el precio de la gasolina para evitar el contrabando a Colombia y demás países fronterizos, dejamos de regalar petróleo a algunos países, incluyendo Cuba, dejamos de hacer importaciones públicas y repartir la comida a través de las redes de distribución pública (Mercal, Pdval, CLAP). Con esto, y con el ajuste de precios de electricidad, agua, teléfono, el fisco obtiene alrededor de 14% puntos del PIB. Ahora, dada una contracción brutal del gasto real del gobierno en la primera mitad del año, el déficit se ha reducido ahora a niveles de alrededor de 6% a 8% del PIB.

¿Qué pasaría entonces? ¡Tendríamos un superávit de alrededor de 7% del PIB! Pero antes de seguir (no es cierto que esto sería neoliberal, y que los pobres quedarían peor, sino exactamente al revés, como diré en breve), veamos a quién perjudica un ajuste de este tipo. El gobierno ha estado regalando sus dólares a los corruptos, públicos y privados, a través de Cadivi; ha estado regalando su gasolina a los contrabandistas (los que hacen ese negocio en grande, por tierra, mar y hasta por aire, como ustedes saben, incluso desde Pdvsa misma, con participación de algunos soldados también); ha estado importando directamente con sus dólares, y repartiendo esa comida, de manera que los corruptos se quedan en el camino con más de la mitad de eso cuando realmente importan, pues se quedan con una buena tajada de los dólares al importar mucho menos de lo que reportan por sobre-facturación y otras prácticas; ha estado regalando su petróleo a países del Caribe y Cuba; ha estado regalando irresponsablemente la electricidad, el agua y los servidos telefónicos.

¿Y quién paga esos regalos a los corruptos e irresponsables? El pueblo, con su impuesto inflacionario. Sabemos de las cifras gigantescas de dinero que se ha ido en corrupción por todas estas vías, sin un solo culpable, que yo sepa. Y ustedes son soldados, pero se enteran de estas cosas por muchas vías. De hecho, algunos soldados indignos han estado metidos en ese robo agravado a la nación de Bolívar, y a sus habitantes más vulnerables, los que necesitan más ayuda. En resumen, este gobierno que se dice del pueblo, de los pobres, ha estado financiando el enriquecimiento de los corruptos con impuesto inflacionario de los pobres y la clase media. Una transferencia directa, redistributiva, pues, “de izquierda”, según los apologetas ideológicos del gobierno.

Un programa de estabilización requiere liberar precios también, además de lo dicho. Pero algo es claro: una sinceración cambiaria no sería inflacionaria (porque el ajuste, la devaluación, ya ocurrió, y algunos precios bajarían al bajar el tipo de cambio de los niveles del dólar paralelo). Los precios de los bienes hasta ahora regulados se colocarían a un precio muy por debajo del precio de bachaqueros, y habría la disponibilidad que uno quiera comprar. Y además, los pobres y la clase media serían compensados con ingresos reales directos. No solo se usaría para eso el superávit comentado, de unos 7% del PIB, sino parte de un posible déficit, perfectamente válido en estas circunstancias, financiado con préstamos reales, sean internos, o externos, que no es inflacionario, como sabemos. El nuevo endeudamiento externo necesario, sobre todo para importaciones, para capear el temporal, es de unos 40 millardos de dólares. Es un préstamo perfectamente financiable, pues en un entorno de medias de estabilización, y un equipo creíble, es interpretado por el mercado como atractivo a precios internacionales, pues lo que hemos sufrido consiste, en términos económicos, en un shock negativo temporal.

Mi propuesta es que haya una transferencia bancaria, para cada venezolano, de alrededor de unos $25 mensuales por adulto (BsF 12.500) y $10 por niño (BsF 5.000) calculados a la tasa de equilibrio del mercado (que hoy sería de alrededor de 500 BsF por $) por un año. Es mejor que la transferencia sea a todos no solo a los más necesitados, por dos razones: la gran mayoría de los venezolanos son realmente necesitados en este momento. La otra, se necesita actuar rápido. Y si se da a unos y no a otros, se mete la corrupción inmediatamente. Además, a los ricos se les puede pedir que donen ese dinero, voluntariamente. Muchos de ellos lo harían con todo gusto, para como están las cosas con sus conciudadanos, y sabiendo que vamos a salir de este marasmo todos, y a todos nos va a beneficiar, en particular a los emprendedores, que van a ser el motor determinante de la recuperación, y una transferencia voluntaria a los más pobres es en realidad una inversión en su país, y en su futuro. Se calcula en dólares, para resguardar el valor real de ese ingreso.

Una cosa lógica que se deriva de este análisis es que la inflación se pararía en seco, como ha ocurrido en procesos con muchas similitudes al nuestro, con hiperinflaciones. Si no hay brecha fiscal, ¡no hay que monetizarla! Se elimina así la fuente de la inflación. El ajuste inicial de precios de gasolina, electricidad, etc, podría perfectamente pagarse con los subsidios directos mencionados, que en una familia de dos adultos y tres niños, sería de unos 80 dólares mensuales, unos 40.000 Bs, a esa tasa (un aumento del precio de gasolina como el que proponemos significaría un gasto por automóvil de unos 12.000 Bs mensuales). Un esfuerzo gigantesco, pero que vale la pena, y que rendiría frutos inmediatos de estímulo a la producción por la vía de la demanda real, no inflacionaria. El bienestar de la clase media y los pobres debe ser la primera prioridad de este programa de estabilización y recuperación de la economía y la sociedad, por supuesto. En eso, de hecho, hay consenso total entre los economistas que hemos venido haciendo propuestas: no es un ajuste neoliberal, pues, para nada.

Lo que se necesita para salir de la crisis coyuntural, resumiendo, son tres cosas: liquidez en dólares, solvencia, y confianza. Los dólares van a servir en parte para importaciones de bienes e insumos, pero hechas por el sector privado, y a la tasa competitiva de mercado, sin subsidios cambiarios. Con esto y con lo comentado en materia fiscal se resuelve la solvencia, básicamente. Es bueno recalcar que ese dinero, unos $40 millardos, no lo va a manejar el gobierno: va a ser ofertado desde el BCV, que debe centralizar todos los dólares del estado, para que los importadores los compren en las subastas respectivas.

Pero el componente más importante del remedio es la confianza. Tiene que ver con el clima necesario para la recuperación productiva liderizada por los emprendedores privados. Se requieren leyes apropiadas acordadas con empresarios y trabajadores, cambios institucionales, acuerdo político de gobernabilidad, y Pacto Republicano para salir del rentismo.

Como vemos, a pesar de lo increíblemente grave, la crisis es enteramente artificial. No fundamental como en otros países, donde que es prácticamente imposible cerrar la brecha fiscal sin bajar draconianamente los gastos, o subir contractivamente los impuestos. La solución en nuestro caso consiste, de nuevo, solo en dejar de regalar los ingresos petroleros a los corruptos, y dejar de financiar los gastos del estado con transferencias a través del señoreaje inflacionario, con los ingresos y el trabajo honesto de la clase media y los pobres. Lo demás lo hace el mercado, con un estado que debe ser regulador, y no estalinista. Y con justicia social, claro. Eso es parte clave de la confianza, en realidad, pues una ciudadanía maltratada y resentida no puede contribuir a la confianza necesaria político-social, y económica. Cambios más estructurales, como los relacionados con la calidad del gasto, vienen para luego, mejorando la eficiencia del estado, sin desmejorar a los trabajadores.

Para finalizar esta parte, es claro que la “guerra económica” no es tal: los empresarios no pueden incrementar los precios “especulativamente” a voluntad. Ni siquiera los monopolios, que son los que tienen más poder de mercado. Por eso no hay inflación en Bolivia y Nicaragua, por ejemplo. Solo que en un ambiente inflacionario, generado por la política fiscal y monetaria como la descrita, reaccionan adaptativamente, e incrementan los precios para cubrir costos. Responsabilidad del gobierno, pues, a pesar de los inventos de los apologetas ideológicos, como Serrano Mancilla, que no tienen la más mínima idea de estas materias. Así que en la “guerra” en la que los han puesto a ustedes a luchar somo soldados, el enemigo es un falso fantasma, creado por el propio gobierno, justificando al fin y al cabo sus objetivos de beneficio de los caza-renta, como detallaremos ahora.

En realidad lo que proponemos es un cambio de modelo, desde el estalinismo, hacia la “vía solidaria”, que privilegia la justicia social, valora el mercado como mecanismo de intercambio, no de explotación, y el estado para regular las fallas del mercado. El estalinismo, basado en producción y distribución desde el estado, está plagado de fallas, entre ellas la inherente corrupción de quienes distribuyen los productos, y la necesidad de controladores, y sus controladores, en una cadena de oportunidades de arbitraje, y por tanto de corrupción. Modelo que no ha servido en ningún lado, y ya ha fracasado estrepitosamente aquí.

Pacto republicano contra el rentismo

No basta salir de la crisis coyuntural, del sótano diez. Hay que aprovechar para lanzarnos de una vez por todas hacia el piso 20, hacia la modernidad en materia económica, social y político-institucional. Nuestro peor problema en este sentido es la maldición del excremento del diablo. Pero esa maldición no es eterna. Tiene su remedio. Fue un venezolano, Juan Pablo Pérez Alfonso, quien descubrió la cura, que se aplica en otras partes del mundo, como en Noruega, y ahora estamos en una coyuntura propicia para aplicarla en nuestro país. Los síntomas de la enfermedad, documentados en todos los países que la han sufrido, son tres: la enfermedad holandesa, la inestabilidad macroeconómica, y la captura del estado por los “caza-renta”. Este último síntoma tiene varias características para esos países: falta de democracia, centralismo territorial e institucional, corrupción público-privada, y militarismo.

El primer síntoma ocurre porque los dólares de la renta entran al país, y compran la moneda local, sobrevaluándola. Eso hace que sea barato importar, lo cual subdesarrolla la industria y la agricultura. Tampoco se exportan esos bienes, pues si alguien de afuera quiere comprar caraotas, por ejemplo, tiene que comprar bolívares, que son caros, por lo que las caraotas le salen caras en Venezuela, y por eso la persona de afuera las compra en Dominicana, digamos, donde le salen más baratas. Las políticas de Chávez, dirigidas por Giordani, Armando León, y Merentes, empeoraron esa sobrevaluación “natural”, con el control de cambios: recibieron un enfermo, y le aplicaron un remedio que empeoró la enfermedad.

El segundo síntoma ocurre porque los precios de las commodities de esos países rentistas, como el petróleo en el caso nuestro, son muy volátiles, y exógenos. La volatilidad inducida en los ingresos de renta pasan así a la economía sin anestesia, por lo que cuando los precios están altos, la economía va bien; cuando están bajos, la economía va mal. La gestión económica de Chávez, y de Maduro, empeoraron también al paciente con sus “remedios” en este sentido. En particular, Chávez gastó absolutamente todo el inmenso ingreso petrolero extraordinario que le entró a Venezuela en sus años de gobierno. Y no solo eso, ¡se endeudó afuera para gastar más! No ahorró en tiempos de vacas gordas, y estamos donde estamos cuando los precios del petróleo bajaron.

El tercer síntoma es lógico: los “cazadores de renta” se organizan con el objeto de hacerse de esa renta para ellos solos. Forman mafias, lo más silentes posibles, y capturan esa renta desde el gobierno, y desde el sector privado. No les conviene la democracia, pues es un mecanismo de control de gestión del ingreso, de la renta pública. No les conviene la descentralización territorial, pues tendrían que compartir la renta con gobernaciones y alcaldías. Tampoco la independencia institucional, pues tendrían que rendir cuentas. Y son militaristas porque los soldados se convierten, en ese clima corrupto, en los garantes de la seguridad de los caza-renta, en vez de dedicarse a defender la seguridad nacional. Como es evidente, todas estas características de este tercer síntoma de la captura del país por los caza-renta también empeoraron con Chávez y Maduro.

Este último no es un síntoma (¡ni los anteriores!) exclusivo de la quinta república. Viene de la cuarta. Y pasará a la sexta si no llegamos a un pacto económico, político, social y militar. De hecho, quienes querían quitar a Chávez, mediante el golpe del 2002, o por el paro petrolero, fueron los cazadores de renta de la cuarta, que liderizaron al país por un sendero diabólico, sin muchos saberlo. Quienes capturaron al gobierno de Chávez y de Maduro son los caza-renta de la quinta. Y muchos militares, hay que decirlo, son los líderes hoy por hoy del cartel de mafias caza-renta de la quinta república. Esos soldados corruptos están relacionados con las importaciones del gobierno y la distribución de alimentos y medicinas a la población (los CLAP incluidos); al otorgamiento de dólares al sector privado; al contrabando en grande de gasolina; a los créditos que otorga la banca pública; a las redes de usufructo de los bienes del estado en sus empresas.

Cuando Chávez sufrió el paro petrolero, por ejemplo, y ganó la batalla contra la dirigencia empresarial, la oposición, y el imperialismo en ese momento (que sí que participaron en el golpe y en el paro), lo que debió haber hecho fue identificar el problema del rentismo adecuadamente, y corregirlo de raíz. No tratar de exterminar a los buscadores de renta y sus mafias, formando nuevas mafias, usando a la fuerza armada como su partido político en esta guerra, con el liderazgo político de Fidel Castro. La solución correcta hubiera sido la de Pérez Alfonso aplicada en Noruega, el Fondo Petrolero. Eso implicaría que la renta se queda afuera, y se invierte afuera. Resuelve el tercer síntoma de un solo trancazo, pues si no hay carne, no hay zamuros. Y el gobierno debe vivir de los impuestos, como en cualquier país (aquí los impuestos no petroleros son 14% del PIB, cuando en Perú y Chile son de unos 23% del PIB). Así florece naturalmente la democracia (pues quienes pagan impuestos quieren saber para qué se usan): se incentiva la independencia de poderes y descentralización territorial, lo cual mejora la gestión pública. Se desmontan las mafias alrededor de la renta, porque no hay renta, y los soldados pasan a hacer sus funciones, y no a ser usados como el cuerpo de seguridad de los corruptos.

Error estratégico de Chávez, repito, quien tuvo la buena intención de usar la renta para los pobres, y eso fue lo que le trajo problemas con los caza-renta de la cuarta. Pero no contaba con que las mafias caza renta mutan de piel, se adaptan, son extremadamente hábiles en todo, en particular en corromper actores claves, y buscar apologetas ideológicos que engañan a la población, a ministros y hasta el presidente, diciéndoles que este gobierno es para el pueblo y por el pueblo, y no para sus intereses, como vimos arriba. La solución no es cambiar de gente para administrar esa renta. Se trata de diseño institucional, no de moral individual, pues las oportunidades de arbitraje muy grandes corrompen hasta gente honesta. Hasta a mí, que era el ministro anti-corrupción por excelencia, ya que presidía la Comisión de Transformación del Estado, y estaba trabajando arduamente en eso, trataron de corromperme, un banco de la cuarta república (con unas “princesitas”) con complicidad de altos funcionarios que armaron la emboscada. Y eso que era en el principio del gobierno de Chávez, cuando ni siquiera había habido la avalancha de ingresos petroleros que vimos luego. No es de extrañarse que tengan a la gran mayoría de ministros comprados, atados, impedidos de salir de sus garras, como ocurre normalmente en las organizaciones mafiosas: una vez que entras a ellas, no puedes salir, sino muerto, y con familia asesinada. Por eso Chávez desaprovechó una gran oportunidad, que debemos aprovechar ahora si queremos realmente deslastrarnos de esa maldición.

El segundo síntoma, el de la inestabilidad macroeconómica, se resuelve directamente también, pues la volatilidad de los precios petroleros, y sus shocks de ingreso, no los experimenta el país, sino el Fondo, que se transforma en colchón estabilizador. El primer síntoma también se cura ipso facto, pues al no entrar los petrodólares, no sobrevalúan la moneda local, y los productos internos transables se vuelven competitivos, interna, y externamente. Claro que para administrar el remedio al paciente en nuestro caso, hay que hacerlo progresivamente, pues una terapia de shock aquí puede ser mortal en muchos sentidos (por ejemplo, pasar de unos impuestos de 14% del PIB a 23% de un solo trancazo, es mortal para la reactivación productiva, un shock extremadamente contractivo).

Por todo esto es que hace falta un pacto político, económico, militar y laboral. Déjenme decirles, de paso, que si viene un nuevo gobierno, no rojo sino azul, y no se amarra al mástil (como Ulises, para no echarse al mar cuando oyera el canto de las sirenas), caerá en el rentismo, con todos sus males. Es un problema de diseño institucional, no de moral individual o color político, repito. Lo mismo con el sector privado, que casi no paga impuestos (los que llegan realmente al fisco) con el cuento de la renta. Y los militares, y los trabajadores del sector público. Cada uno de esos “jugadores” debe participar en el pacto, que es, desde el punto de vista estratégico, un “equilibrio cooperativo” en un juego repetido. El secreto es que ninguno pierda, pues hay que partir del peor de los escenarios: que son egoístas (¡aunque un poco de altruismo en estas élites, por el país, no haría nada mal, claro!), tomando en cuenta también que si no hay un futuro que valga la pena, les conviene seguir usufructuando la renta como hasta ahora.

Pero con el pacto van a ver claramente que les conviene más lo que van a ganar en el largo plazo con un país próspero, que depende crucialmente de dicho acuerdo, con buenos sueldos y satisfacción de cumplir su verdadera misión para los militares y trabajadores; con excelentes oportunidades para la inversión y ganancias competitivas para el sector privado; con un país en que se pueda hacer política como Dios manda, con liderazgos genuinos, transparentes, y llenos de vocación de servicio público, para los políticos que realmente añoran ejercer su verdadero sueño ocupacional. Todos orgullosos de una Venezuela como la querían nuestros padres fundadores, y como la necesitan nuestros hijos y nuestros nietos. Las ganancias serían inmensas, que es lo que garantiza las posibilidades de triunfo del pacto. Un círculo virtuoso, pues, para salir del círculo vicioso en el que estamos entrampados todos.

Recapitulemos algo: Luego del golpe de 2002, liderizado por los cazadores de renta de la cuarta república, por EEUU, Gran Bretaña y España, Chávez mostró flexibilidad, apertura. Me nombró a mí jefe del gabinete económico, y yo propuse un pacto en lo económico y político llamado “Plan de Consenso Nacional” basado en el mercado, con estado regulador y justicia social. Básicamente el mismo que estamos proponiendo hoy. Pero esos buscadores de renta traicionaron las buenas intenciones de Chávez, y mi liderazgo, y empezaron una guerra económico-política para tumbarlo definitivamente: el paro petrolero-sindical-patronal. Esa guerra la ganó Chávez, como sabemos. El problema es que a partir de ahí, Chávez comenzó una guerra de contra-ofensiva para rematar al contrario ya caído, con el liderazgo político de Fidel Castro, y con la asesoría económica de Giordani y Armando León (la parte cambiario-monetaria este último). El haber iniciado una guerra contra el sector privado y la oposición, una vez derrotados, fue un error grave, y prolongó la idea de que había una guerra desde ahí en adelante, que se extiende a nuestros días, con el fantasma de la guerra económica. La idea correcta hubiera sido aplicar el remedio contra el rentismo, y acoger a los empresarios, la oposición y el sistema democrático, con sus diversidades naturales, como aliados fundamentales en la construcción del país, cada quien renovándose desde dentro en el nuevo contexto que impedía la corrupción caza-rentística.

Esa “guerra”, pues, que no ha debido realizarse, ha conducido a la más absoluta derrota del país como un todo (¡y del gobierno!). Por lo cual lo que está planteado es reconocer errores, cada cual desde su situación, y recuperar al país sobre la base de un diagnóstico acertado, y una acción generosa de cada jugador implicado en la nueva batalla por recuperar nuestro país. He sido testigo del reconocimiento de errores de parte de la nueva dirigencia empresarial, en particular en las más recientes gestiones de la presidencia de Fedecámaras, quienes han dicho que lo del golpe y el paro fueron errores muy graves. Además, están haciendo propuestas de medidas económicas en función del país, y no por intereses mezquinos. Eso hay que alabarlo, reconocerlo, y ponerlo como ejemplo para los otros jugadores. El único enemigo aquí es el rentismo y nuestra miopía. Todos saldríamos ganando, pues, incluso como egoístas (no en sentido peyorativo, sino normal, de quien persigue su propio interés). Mucho más si somos altruistas y queremos dar la vida por nuestro país y nuestra gente, como soldados que somos en esta guerra contra la indefensión, el subdesarrollo, la opresión, la injusticia, la pobreza, la africanización, y la pérdida de nuestro país. La guerra no es contra los venezolanos, que somos inocentes, aunque algunos podamos haber estado equivocados, como lo querría Bolívar en este momento también.

Situación política actual y sus remedios

Es claro que vivimos una situación que es no solo insostenible económicamente, socialmente, y políticamente, sino insoportable en cada uno de esos ámbitos. Tenemos unos pocos sátrapas secuestrando el gobierno y el país, sin ningún tipo de legitimidad política, destruyendo a la república, que se está africanizando, somalizando, a marchas forzadas, solo para mantenerse en el poder. Y saben cuál es su principal sustento? La fuerza armada (¡Por ahora…!).

Por supuesto, la mayoría de ustedes, soldados honestos, no tienen responsabilidad directa en lo que está pasando. El grupo de soldados corruptos es relativamente pequeño. Claro que hay mucha corrupción en pequeña escala, como los guardias nacionales que cobran vacuna, que martillean en cada alcabala del país. Si su ingreso real fuera decente, no andarían en eso, de hecho, y se pueden diseñar mecanismos anti-corrupción con buenos sueldos y en un entorno económico e institucional adecuado, también. No es cuestión de eliminar físicamente a los corruptos, repito, sino de impedir que la corrupción ocurra, por diseño. Y hacer una suerte de amnistía en la que todos reconozcamos nuestro errores, y empecemos una vida nueva sobre nuevas bases. Así, debemos ir hacia una sociedad en que se viva del trabajo, de la producción, del esfuerzo, y no del robo, de las dádivas del gobierno. Lo correcto es que tengamos condiciones para la producción, igualdad de oportunidades, y a partir cada quien use su creatividad, y su responsabilidad para sustentarse, y con eso aportar al país. No es difícil hacerlo, para nada. Requiere el programa de estabilización que esbozamos arriba, y el Pacto Republicano de que hemos hablado.

Pero mientras tanto, ¿qué está pasando? El país se está hundiendo. Literalmente. La gente está siendo esclavizada por este grupito de sátrapas, por la banda de los siete títeres genocidas, que pretenden seguir chupándoles la sangre, financiando sus desmanes corruptos improductivos. Y ustedes, soldados, están siendo usados como los capataces armados de esa esclavización. De hecho, esos sátrapas están matando de mengua a los esclavos, que son también hermanos, y herederos de los mismos padres y de la misma tierra. Están matando la gallina de los huevos de oro. Claro que el gobierno ha tratado bien a los capataces armados para hacer eso. Les dan prebendas, los ponen en una situación privilegiada en muchos sentidos. Por ejemplo les dan sus bolsas de comida del Clap, mientras la gran mayoría de la población no recibe eso. Han llegado al colmo de fundarles una empresa petrolero-minera. Para utilizarlos como perros guardianes de sus corruptelas y expoliación de la patria de Bolívar y sus ciudadanos. Para pagarles como mercenarios en su guerra económica chupa-renta.

¿Están ustedes, hermanos soldados, dispuestos a seguir jugando ese papel? ¿Se sienten bien con eso? La fuerza armada como un todo tiene los niveles de aceptación más bajos en su historia, según ustedes lo saben. Y a hora con las funciones de dirección económica, son directamente responsables de la situación. Un grupito de sus dirigentes está haciendo que todos ustedes, los soldados honestos de la república que son la gran mayoría, estén pagando el muerto de Maduro y sus secuaces.

¿Se hicieron ustedes soldados para esclavizar al pueblo venezolano? Al contrario, entraron con grandes ideales bolivarianos, libertadores. Y como tales, saben que Simón Bolívar abolió la esclavitud aquí y en muchos países. Saben que Bolívar fundó su ejército para liberar pueblos, y no para oprimirlos. Saben que Bolívar privilegió el gobierno civil, aún a costa de los deseos del pueblo porque él gobernara directamente. ¿Por qué algunos de ustedes se creen superiores a los civiles? ¿No saben que quien se cree superior, como en el nazismo, es de hecho inferior, además de fascista? ¿Porqué creen algunos de ustedes que son capaces de manejar la economía cuando no han estudiado estas materias? Chávez, bajo la influencia del nefasto Giordani, y bajo el liderazgo político de Fidel, inculcó esa idea de que los economistas no servíamos. Para justificar que quien no sabía, como el mencionado ministro y su grupo, sí que podían conducir la economía. Sin darse cuenta de que para arreglar las cosas ahora no hay, prácticamente, ningún desacuerdo entre quienes ejercemos esta profesión, pues lo que hay que hacer es muy básico, de consenso total, que ellos, en su soberbia ignorancia, ni siquiera sabían, y a estas alturas tampoco saben. Corregir los tremendos entuertos con cosas muy básicas, que ustedes tampoco conocen, sencillamente porque no son especialistas. No se puede poner a conducir un Sukhoi a un experto en submarinos, por muy sofisticados que sean estos últimos. El resultado es que se estrella y muere el soldado piloto, y se pierde el aparato y la guerra, como en nuestro caso.

Finalmente: ¿porqué ustedes permiten que algunos de ustedes estén en la fuerza armada que fundó Bolívar siendo corruptos? ¿No saben que en tiempos de Bolívar, sabiendo su talante en estas circunstancias, ya hubieran sido pasados por las armas? ¿Fusilados sin misericordia por ser ladrones y traidores a la patria? Estoy seguro que ustedes, que saben de compañeros corruptos, no están contentos con esta situación, pues la acción de estos corruptos mancha el nombre de toda la institución armada. Y seguro quieren actuar en consecuencia, para depurar la institución. De hecho, debería instituirse una medalla al soldado bolivariano, para que se la gane cada quien con su acción y su moral. No llamar a toda la fuerza armada “bolivariana”, pues muchos manchan el nombre de Bolívar con su manera de actuar y de pensar. Ustedes saben muy bien, como lo sabemos todos, que pertenecer a la fuerza armada no hace automáticamente bolivariano a todos los soldados, sobre todo en las circunstancias que estamos viviendo, en las que el gobierno y su entorno se han encargado, en la práctica, de corromper a muchos de esos soldados directamente, para que participen del cartel de mafias caza-renta, y garantizar seguir en el poder.

Perspectivas políticas para el futuro inmediato

Y les digo algo. Si Maduro y la banda de los siete no salen este año, porque siguen irrespetando la Constitución y las leyes, como las han irrespetado hasta ahora, la fuerza armada va a ser tildada, y con razón, como la principal responsable de la situación. Por el sencillo hecho de que el único apoyo real que tienen es esa fuerza armada. Y también les digo algo: Si no hay revocatorio o renuncia este año, y Maduro y sale en el 2017, y ponen de presidente a Diosdado, o a Rodríguez Torres, para dar solo dos ejemplos, la situación no se va a resolver, sino que se va a agravar aún más, con pronóstico reservado en materia de generación de violencia incontrolable, y somalización completa. Incluso si ponen al ministro de la defensa de presidente. Por dos razones básicas. La principal, que la confianza es el ingrediente clave de la solución, como hemos dicho. Y esto implica un acuerdo político, además de arreglos institucionales fuertes, que impliquen poner en los poderes del CNE y el TSJ, además de la Contraloría, la Defensoría, la Fiscalía, a árbitros mutuamente confiables. Así como cuando se nombra un jurado, y tanto el abogado defensor, como el fiscal acusador, aprueban a sus miembros. Eso de poner militantes de partido en esas instituciones no puede ser parte de la solución, claramente. Como está pasando ahora con el CNE y el TSJ, por ejemplo.

Y ¿por qué no habría un acuerdo político con la oposición? Porque si el nuevo gobierno (o Maduro, si sigue) tiene éxito con ese apoyo, la oposición no va a ser alternativa electoral en el 2019. No los van a apoyar, por la dinámica política predecible, en un ambiente de revancha creado por la negativa este año a realizar el referéndum, y la conflictividad política, con árbitros vendidos a uno de los equipos en juego. Y por tanto ese gobierno, con un 80% o más de la población y su dirigencia en su contra, no va a tener éxito, incluso si hicieran las reformas económicas que hacen falta pero que no producen, por sí mismas, la confianza necesaria. Por tanto, el país se seguiría deteriorando, y ustedes serían cómplices de la matanza de la gallina de los huevos de oro. Del asesinato de los esclavos, los venezolanos, que son los que trabajan para alimentar a esas mafias que ustedes protegen, aún sin darse cuenta, por órdenes de sus superiores.

¿Estarían ustedes contentos hoy con una situación como esa? Su prestigio como institución bajaría no al piso, sino que llegaría al sótano diez. Y saldrían del poder, sin lugar a dudas, indignamente, pues las armas de violencia física, hoy por hoy, no son las que determinan el destino de los pueblos. Son las armas de la la verdad, el progreso, la justicia, con una fuerza armada que acompañe, no que se oponga, a este proceso. ¿Recuerdan la batalla entre David y Goliat? Mucha gente incluso se está planteando abolir la fuerza armada. Porque no se dedica a sus trabajo, sino que es un instrumento de opresión del pueblo que Bolívar liberó. Son tenidos por muchos, injustamente, claro, porque la mayoría de ustedes no son directamente responsables, como traidores a la patria, como perros guardianes de quienes matan a su propio pueblo de hambre y enfermedad, para llenarse ellos de riquezas y de poder ilegítimo. Es claro que la mayoría de ustedes mismos estarían de acuerdo en desbandar una fuerza armada con esas características. Para dedicarse a un trabajo más digno, aún si ganan menos dinero y tienen menos prebendas.

Lista parcial de responsables personales e institucionales directos

Antes de terminar mi carta a todos los soldados venezolanos, me dirigiré a una lista parcial de ellos que son directamente responsables de lo que está pasando.

1. Presidente Nicolás Maduro: Usted ha estado siendo un soldado que ejecuta las órdenes de Fidel y Raúl Castro, y de los caza-renta de nuestro país. Esto último, sabiéndolo o sin saberlo, con un ropaje ideológico falso. Su gestión ha sido de derecha corrupta, pues ha beneficiado a los poderosos y conectados, que han hecho sus fortunas a partir de la renta petrolera mal habida. Todo esto a costa del bienestar de los pobres, la clase media y de los empresarios honestos de nuestro país. Muchas veces se le han hecho las recomendaciones para resolver esto, pero usted, con una testarudez inaudita, se ha negado a cambiar en favor del pueblo para mantener el favor de los corruptos y de quienes tienen intereses geopolíticos sin importar lo que pase con el pueblo venezolano. En este sentido, obedeciendo esas órdenes, ha sido un indigno soldado que se ha convertido en enemigo de nuestro pueblo. Todavía está a tiempo de hacer algo útil por la patria: renunciar, pedir perdón por sus errores, y facilitar una transición de consenso con la oposición, que incluya al chavismo para salvar el legado de Chávez: su genuina preocupación por los pobres y los excluidos.

2. Diosdado Cabello: Usted ha jugado un papel nefasto para nuestro país. No por casualidad es uno de los líderes con más rechazo en las encuestas, tanto en la oposición, como en el chavismo. Su presente campaña electoral para ser la alternativa del chavismo no tiene futuro, y va en contra no solo del interés nacional, sino también del propio chavismo. Como soldado, ha mancillado el nombre de Bolívar. Póngase de lado y deje de estar amenazando y tratando de amedrentar a sus contrincantes políticos, incitando a la violencia, y usando los recursos del estado para beneficio político-partidista. Déjenos ya tranquilos y dedíquese a su vida privada, para que recapacite sobre sus errores, y pueda reivindicarse ante el Comandante Supremo, pues el pueblo va a durar mucho tiempo para perdonarlo.

3. General Reverol: Usted ha jugado el papel de abusador y acosador de los opositores de manera indigna y cobarde, impropia de un soldado de la República, hijo de Simón Bolívar. Cese en su acción de represión, de intimidación, de vejación de los derechos humanos de los venezolanos, a quienes el mismo Bolívar declaró inocentes aún siendo culpables. Mucho más si son incriminados de manera fraudulenta, como en su indigno caso. Respete a los venezolanos, que pueden encausarlo directamente usando las leyes cuando haya pasado este momento coyuntural. Ponga de su parte, y renuncie, asumiendo las responsabilidades por sus crímenes a la ética y a la humanidad, y al buen nombre de un soldado bolivariano, tanto nacional, como internacionalmente.

4. Jorge Rodríguez: Usted ha actuado y sigue actuando para tratar de eternizar el poder de un régimen violador de los derechos humanos, en particular, del de los opositores políticos. Usted está avergonzando la memoria de su padre, de quien fuimos y somos admiradores, pues él pasó por una situación similar de persecución política. Usted además ha recurrido a la más burda manipulación de las leyes y la Constitución, para hacer trampa en el juego electoral-democrático. Debería darle vergüenza. Será tenido como un personaje muy problemático, sobre todo en lo ético, poniendo nuestro país al borde de la violencia política generalizada, de la guerra entre hermanos. Deje de darle órdenes a las cuatro rectoras del CNE, que usted no es su jefe o comandante. Póngase de lado, pida perdón, y busque consejo espiritual para enmendar sus aberrantes estilos de vida y de acción. No crea que nos va a llevar al abismo. Su tiempo ya se acabó, pues el pueblo ya lo ha decretado, y el Comandante Supremo está harto de su carácter de tramposo, aunque todavía lo llama a recapacitar.

5. Tibisay Lucena, y las tres rectoras restantes del CNE: ustedes son soldadas personales de Nicolás Maduro y de Jorge Rodríguez, en vez de obedecer la Constitución y las reglas electorales que ustedes mismas instituyeron. ¿No les da vergüenza? Mientras Colombia está escogiendo usar los votos como la única forma de dirimir los conflictos políticos, ustedes, que tienen como función precisamente la de promover el voto con ese objetivo, están escogiendo la violencia como la forma de decidir los destinos del país, y están apoyando a quien tiene las armas físicas en esta contienda violenta, el gobierno y su apoyo militar, que es usado como perro guardián del régimen corrupto, que el pueblo está harto de soportar. Actúen para corregir sus errores, pues en sus manos está la paz o la guerra, ya que el pueblo no está dispuesto a convertirse en un esclavo domesticado y amedrentado por las armas. Venezuela se los agradecería. Pero sepan que a pesar de sus actuales intentos, nuestro país saldrá airoso de esta contienda vergonzosa en la que ustedes la han estado metiendo por falta de entereza ética y humana. Están a tiempo de enmendar sus acciones.

6. Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia: ustedes no siguen la justicia, sino que son soldados obedientes de quienes tienen oprimido injustamente a nuestro país. Son la vergüenza de la patria. Enmienden sus caminos y renuncien, para que se llegue a acuerdos de institucionalidad en nuestro país. Dejen esos caminos, y faciliten unas transición hacia una nueva Venezuela para todos, y para todos nuestros hijos. De otra manera pasarán a la historia como quienes intentaron, infructuosamente, justificar legalmente los crímenes más atroces contra la democracia y contra el imperio de la justicia. Dense cuenta de que no van a tener éxito en esto, y pónganse del lado del rescate de nuestro país, que viene con una fuerza imparable.

7. José Vicente Rangel: Usted es uno de los políticos más nefastos de toda la historia de nuestro país. Trató de corromperme personalmente varias veces en el gobierno, causando una gran desilusión por la imagen de dirigente de izquierda que tenía de usted como defensor de los derechos humanos de los perseguidos políticos. Cuando ha habido “necesidad” de grandes compras militares innecesarias, usted ha salido como periodista anunciando una “inminente invasión”, manchando el nombre de su profesión. Ha sido un soldado de sus propias ansias de riqueza y de poder, sin importarle si sus acciones manchaban el nombre de la izquierda, el verdadero socialismo, el democrático y progresista; sin importarle la situación de hambre y enfermedad que sufre la gran mayoría del pueblo venezolano. Ahora pretende, usando un lenguaje engañoso, liderizar el pesimismo, y garantizar la permanencia política de un régimen absolutamente nefasto contra nuestro país. Sus días de torcido liderazgo han pasado ya. Haga algo útil, y retírese, para dedicarse a la vida privada, y reflexionar sobre sus errores.

Exhortación final

Por este medio, pues, hago un llamado como soldado hermano a todos los soldados honestos de la fuerza armada, que son la gran mayoría, y a todos los venezolanos, que al fin y al cabo también son soldados en sus propios ámbitos. Se requiere que ustedes se dediquen a su función: garantizar la soberanía nacional en materia de defensa, colaborando en todas las otras áreas de soberanía, la productiva y alimentaria, cambiaria, monetaria, la social, la de seguridad ciudadana, la política y la geopolítica, sabiendo que debemos trabajar en equipo, cada quien en su especialidad. Como están las cosas, la fuerza armada ha sido tan mal utilizada, que ni siquiera ha podido desempeñar el papel que le corresponde directamente, de la soberanía territorial y geopolítica-militar. La solución no es, pues, un gobierno militar o militarizado. Un gobierno efectivo requiere salir del secuestro en que nos tienen metidos los actuales caza-renta y sus títeres. Y promover un acuerdo nacional político-económico y social, en que participemos todos, incluyendo a los soldados de la fuerza armada, como dije, para retomar el camino liberador de Simón Bolívar.

Quiero motivar mi exhortación final con otra historia personal. Cuando salí del gobierno, en abril de 2003, Chávez me mandó a decir con José Vicente Rangel (mi archienemigo en el gobierno luego de que no acepté sus corruptelas y se encompinchó con Tobías Nóbrega en mi contra) que “había decidido mandarme a otro destino”, o la embajada de Argentina, o la representación ante el Banco Mundial. Yo le dije a José Vicente que no aceptaba. Pero a la semana, estando yo ya fuera del gobierno, me llamó Chávez en persona por teléfono (nunca lo oí tan apenado, con la voz tan débil), y me preguntó qué había decidido sobre lo que me mandó a decir. Yo respondí “No te preocupes, amigo Hugo. Yo soy un soldado del Reino de Dios”. Para quienes no lo saben, a los soldados sus comandantes les asignan unas funciones, unas tareas, y deben obedecerlas sin chistar. No a todos se les dan opciones para escoger, y Chávez, el Comandante en Jefe, me estaba permitiendo escoger entre dos alternativas. Pero yo le contesté que no le obedecía a él en materia del destino al que debería ir, sino a mi Comandante Supremo. Es claro que mi destino era este, el de hacer la labor que estoy haciendo para contribuir a salvar nuestro país desde mi posición actual, como nos toca a todos nosotros, hermanándonos de nuevo en esta misión sagrada. Actué así, pues, como soldado, poniendo en práctica lo que dije a mi entrada al gobierno, obedeciendo mi conciencia, a pesar de que la orden del Comandante en Jefe implicaba estar bien económica y políticamente.

No me quiero poner como ejemplo, sino poner mi historia para que sirva de evocación de lo que todos, como soldados, debemos recordar: nuestro objetivo no es el bienestar económico y político pasajero aún a costa de nuestros principios, y las enseñanzas de Simón Bolívar. Si nos dan el mando de seguir de perros guardianes de un régimen que oprime, reprime, esclaviza a nuestro pueblo para usufructuar sus riquezas y sus derechos políticos; de un régimen que no tiene legitimidad política ni moral, no podemos seguir, en buena conciencia, ese mando. Tenemos un mandato del Comandante Supremo: seguir los principios de verdad, de justicia, de paz de conciencia, de la democracia. Y en eso tenemos el apoyo directo, y el mandato, de nuestra Constitución:

Artículo 350: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. 

Cordialmente y pendientes, que ahora es que viene lo bueno, como consecuencia de nuestra acción para liberar y restaurar a Venezuela, cada uno como soldado de la República en su propio ámbito, y mediante métodos pacíficos, legales, constitucionales, su amigo, hermano y compañero de lucha, sinceramente,

Felipe Pérez Martí


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Mi reacción al discurso........Gabriela Montero

Gabriela Montero: Mi reacción al discurso de Dudamel en la Casa Blanca

Mensajepor redaccion » 29 Sep 2016, 21:05 

ND / 29 sep 2016.- La pianista Gabriela Montero envió esta noche su reacción al discurso del director Gustavo Dudamel en la Casa Blanca la semana pasada. Dice Montero:

Gustavo Dudamel, quien conjuntamente con la plana mayor de El Sistema se ha beneficiado enormemente de la "Revolucion Bolivariana" de Hugo Chavez y Nicolas Maduro, reportó en solo 27 palabras en tan importante plataforma como es la Casa Blanca en Washington, que Venezuela se encuentra en crisis y que los venezolanos se "pasan los días buscando comida, medicina y demás necesidades básicas."

Si realmente hubiese querido entrar en detalles, hubiese agregado que algunos venezolanos ahora comen animales de zoológicos para sobrevivir, como también comen basura, y que un líder electo de la oposición preparado y graduado en Harvard se encuentra en su tercer año de encarcelamiento. También hubiese mencionado a los mas de 100 presos políticos actuales del régimen, ó que Venezuela sufre la tasa de asesinato mas alta del planeta, como también la inflación mas alta, y que los recién nacidos mueren al nacer de infecciones perfectamente tratables en paises donde se consiguen los medicamentos mas básicos. Y eso solo para empezar..

Al hacer referencia a la crisis reconoció implícitamente (pero sin quererlo), que el mismo regimen que ha patrocinado en cantidades multi-millonarias al Sistema y a su plana mayor a cambio de diseminar la imagen Castro-Cubana comunista por el mundo los ultimos 17 años, ha sido la misma que efectivamente ha destruido a Venezuela con su Castro-Comunismo.

Me decepciona que no haya tomado esta importante oportunidad para explicar las razones de la crisis en Venezuela, o que no haya denunciado a los responsables de uno de los fracasos gubernamentales y sociales mas catastróficos de la historia. Tampoco mencionó las constantes y graves violaciones a los derechos humanos de sus compatriotas. Al hacerlo, hubiese denunciado a sus amigos en el régimen.

Muchos venezolanos estamos altamente decepcionados de que nuevamente prefirió aislar a los músicos dándoles un lugar preferencial en la sociedad al insistir que la pregunta pertinente del momento, en medio de una crisis humanitaria tan devastadora, es: "¿Puede Venezuela salvar a El Sistema?"

En tal plataforma donde se congregan las personas mas poderosas e influyentes del mundo, yo hubiese hecho la única pregunta que merece atención en este momento tan critico: "¿Puede Venezuela salvar a Venezuela?"

Al solo preguntar "¿Puede Venezuela salvar a El Sistema?", Gustavo evoca al lider del quarteto de cuerdas abordo el Titanic desesperadamente buscando un bote salvadidas, preguntándole a los demas pasajeros igualmente condenados a morir como proponen salvar al quarteto- y no como salvarse todos, ya que se le ha hecho muy evidente que el barco realmente se está hundiendo.

Pero esta siempre ha sido la diferencia entre Gustavo y yo. Gustavo dice crear orquestas con el pretexto de crear un "cambio social". Esa narrativa ciertamente es atractiva como "gancho" a los patrocinantes. Vender la música desde esa perspectiva es mucho más efectiva que vender la música sin etiquetas que apelan a las consciencias y sus bolsillos. Es cierto que las artes deben de ser una necesidad y no un lujo. Pero con solo arte y música, tristemente, no se construye una sociedad. Pero si son herramientas valiosas cuando son utilizadas con el fin de reportar sobre lo que acontece en la sociedad. Por eso escribí "Ex Patria" en el 2011.

Debemos construir nuestra sociedad, sin importar nuestra profesión, con la ayuda de buenos gobernantes (no una narco-mafia!), denunciando a los déspotas que la destruyen. Una vez construida, la sociedad puede ser libre de expresarse con sus orquestas y con una vida artística en general, con el apoyo de todos los sectores. Gustavo vende la narrativa de que la educación musical nos va a salvar, como un opiáceo, para así escapar de una sociedad donde los niños no tienen como soñar. Yo prefiero presentarle a los niños la música como una celebración de una sociedad que hemos construido no solo atreviendonos a soñar pero también involucrandonos en los procesos democráticos y defendiendo y procurando vivir en democracia.

Ante todo, yo veo a cada hombre, mujer y niño venezolano, como seres igualmente merecedores de ser salvados, sin importar sus habilidades musicales. Mi prioridad, y la prioridad de cada venezolano que conozco, es salvar a nuestra nación. Urgentemente. De hecho, no logro entender como alguien puede utilizar la importantísima plataforma de la Casa Blanca para discutir la música, aún cuando yo también soy músico y es de mi evidente interés promover las artes en medio de tanto sufrimiento diario en mi país. Me parece incoherente, disociado, insensible y de muy mal gusto.

Por esa razón, en mi opinión, su discurso no fue más que una reunión de negocios, una evidente recaudación de fondos para El Sistema, ahora que los barriles del petróleo venezolano se han secado. Ni creo en ni tienen ningún valor los clichés que sirven para apelar a los bolsillos y conciencias de los poderosos, tales como hablar de "esperanza" y "sueños", cuando esas dos palabras ya no existen en el vocabulario de la mayoría de los Venezolanos. Sí me hubiese conmovido una protesta, la denuncia y un grito autentico y sincero para intentar reconstruir nuestra fracturada nación.

No sigamos explotando la música que tanto amamos como un conveniente escape del infierno de la violencia, privación y narco-tráfico que es la verdadera realidad de todos los venezolanos, rico y pobre, a diario. En vez de utilizar con ese fin la música, construyamos con urgencia y compromiso una sociedad funcional, transparente, cooperativa, justa e inclusiva en donde la música sea nuestro barómetro de orgullo y salud de dicha sociedad, y no que simplemente sirva como narcótico para enmascarar los horrores de esta larga y triste pesadilla.

Gabriela Montero

Cónsul Honorario de Amnistía Internacional / Músico

Comentario :  " con reverente orgullo me quito el "Peloeguama" para saludarte : eres, antes que nada, una auténtica representación de la mujer venezolana.  Héctor Corro I.




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jueves, 29 de septiembre de 2016

Todo el poder a la MUD Trino Márquez



Todo el poder a la MUD

Trino Márquez
29 Septiembre, 2016
Las decisiones de las señoras del CNE orientadas a levantar barreras inconstitucionales al referendo revocatorio (RR) perseguían dinamitar la MUD. Exacerbar las contradicciones internas inevitables en toda alianza política amplia que reúne visiones diferentes del Estado y la sociedad. El peligro fue conjurado el 26 de septiembre, luego de unos primeros momentos de incertidumbre. La MUD no respondió inmediatamente la agresión, no porque esperara que las doñas de la cúpula electoral pavimentaran la vía para que el RR circulara por una autopista de seis canales, sino porque era preciso asimilar el golpe, emitir una respuesta categórica y sustentable, preservando la cohesión de la plataforma unitaria. Los jerarcas del régimen se cayeron de un coco. Fueron ellos quienes quedaron perplejos ante la madurez y firmeza de la MUD. Los dirigentes opositores se tomaron el tiempo necesario para compactar las posiciones internas –desde María Corina hasta Julio Borges- y amalgamar a sectores de la sociedad civil: sindicatos, gremios y asociaciones. Que haya sido Henrique Capriles quien cerrara el acto fue muy importante.El cuadrilátero donde se escenifica la pelea cambio de contendores. Ya no se trata de la rivalidad entre el Gobierno y la MUD, sino entre un Gobierno impopular e ilegítimo y el país.
Vendrán nuevos ataques a los sectores democráticos. La represión selectiva o indiscriminada continuará. La Contraloría acosa a Capriles. Maduro amenaza a Henry Ramos. A Leopoldo lo aíslan. A Daniel Ceballos y a Braulio Jatar los ruletean como si fuesen rehenes. Ledezma y Rosales permanecen presos de forma arbitraria. Hostigarán a más periodistas, fotógrafos y camarógrafos. El régimen, al torpedear el RR, ha ido convirtiéndose en un régimen de facto. Está allanando el camino para impedir que se realicen las elecciones presidenciales de 2018. El globo de ensayo es el bloqueo al RR, y la postergación indefinida de las elecciones de gobernadores y, desde luego, de las de alcaldes, previstas para 2017. En este momento están congeladas toda clase de elecciones: sindicales, gremiales, autoridades rectorales y decanales. En la UCV no se realizan comicios desde hace ocho años para elegir el cuerpo rectoral y decanal. Cualquier consulta en la que el oficialismo pueda perder será postergada, anulada o amañada. El principio de la soberanía, antes defendido y enarbolado, ahora es birlado. El voto popular es el arma frene al cual tiemblan los chavistas.
Que la MUD haya reafirmado la ruta electoral representa un gran acierto. Las condiciones fijadas por el oficialismo para recoger 20% de las firmas son ilegales, inconstitucionales e inmorales. El cardenal Uros Sabino fue categórico. Pero, ocurre que el país se encuentra secuestrado por una camarilla inescrupulosa. La virtud de la MUD reside en haber entendido que en situaciones de plagio la opción se reduce a negociar con los captores, tal como sucede con los secuestros en la vida cotidiana. Un padre puede indignarse cuando le secuestran un hijo, pero queda sin alternativa: tiene que llegar a acuerdos con los plagiarios para salvar la vida del hijo. No hacerlos es condenarlo a muerte en nombre de principios generales.
Los días 26, 27 y 28 de octubre tienen que convertirse, tal cual dice el documento de la MUD, en una jornada de resistencia, movilización y protesta pacífica nacional que les demuestre a los venezolanos escépticos y al resto del mundo que queremos cambiar el régimen de Maduro, aplicando los instrumentos constitucionales aprobados por el régimen por amplia mayoría y plasmados en la Carta Magna cuando hegemonizó la Asamblea Constituyente en 1999.
La única organización capaz de liderar la jornada revocatoria, organizar y movilizar la gente y mantener un plan de lucha coherente y de largo aliento es la MUD. Esta tribuna unitaria puede y debe recibir el apoyo de las demás organizaciones sociales. La defensa de la democracia y la labor de rescatarla de los escombros en que la colocó el régimen corresponde a toda la nación, bajo la conducción de esa instancia coordinadora. Cualquier intento por debilitarla o desconocer su autoridad sería un acto irresponsable y, en la práctica, colaboracionista. Sin la MUD el régimen tiene garantizada una larga vida. Su obligación será corresponder a la confianza que la gente ha depositado en ella.
Vale la pena reproducir el latiguillo: todo dentro de la MUD, nada fuera de la MUD, nada contra la MUD.
@trinomarquezc




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miércoles, 28 de septiembre de 2016

MUD : El pueblo obligará .........

MUD: EL PUEBLO OBLIGARÁ AL RÉGIMEN A ACATAR LA CONSTITUCIÓN

                 
  
Esta es la hora del Pueblo Soberano, del Ciudadano Movilizado. Esta es la hora de los ofendidos, de los humillados, de los engañados, de los agredidos. La hora de los que hacemos colas interminables para comprar comida, de los que desesperamos por no encontrar un medicamento indispensable. La hora de quienes tenemos el dolor de llorar familiares asesinados por el hampa impune. La hora de las familias fracturadas porque sus hijos han tenido que irse del país. ¡ESTA ES LA HORA DE NO AGUANTAR MAS! ¡ESTA ES LA HORA DEL CAMBIO!
La Mesa de la Unidad Democrática, tras un proceso de debate, profunda reflexión y consulta a muy diversos sectores de la sociedad venezolana, plantea al pueblo de Venezuela nuestra posición y llamado para lograr el cambio en el 2016 ante el inconstitucional pronunciamiento del CNE sobre la etapa de activación del referendo revocatorio.
Las rectoras pesuvistas del CNE tenían la oportunidad no sólo de cumplir con la Constitución sino con todo el pueblo venezolano que exige revocar a Nicolás Maduro este año. En lugar de comportarse como Poder Independiente, las rectoras pesuvistas del CNE optaron por burlarse de los venezolanos y de sus problemas, pero sobre todo subestimaron la voluntad de cambio, subestimaron a las fuerzas democráticas, subestimaron la capacidad de acción del pueblo.
Nuestra respuesta, la respuesta de todos los demócratas, de todos los sectores sociales consultados, no es entonces al CNE ni a sus jefes: es a los venezolanos, a quienes tienen hambre de comida y de justicia, a quienes reclaman con urgencia por medicinas y por libertad, que estamos con ustedes, que esta lucha la daremos juntos y que el final de la misma se aproxima.
No esperábamos otra cosa del CNE. Ya sabemos a quiénes nos enfrentamos y ya sabemos de lo que son capaces de hacer para obstaculizar el cambio. Por eso ahora les daremos una lección de grandeza y haremos todo lo que sea necesario para hacer cumplir con la Constitución y con el deseo de cambio de millones de venezolanos. Por eso hoy lunes 26 de septiembre manifestamos que:
1. El referendo revocatorio se hará este año. No hay razones técnicas ni jurídicas para que no sea así. El RR es en 2016 porque está en la Constitución y porque es nuestro derecho y necesidad como pueblo. Cualquier intento de bloquearlo implicará la movilización del pueblo pacífico y firme en la calle para lograr la restitución del hilo constitucional.
2. Activaremos el revocatorio cumpliendo lo que está en la Constitución: la recolección de firmas que representen al menos el 20% del padrón electoral a nivel nacional. Nuestro objetivo y foco estará en levantar el 26, 27 y 28 de octubre los millones de manifestaciones de voluntad que Venezuela necesita para superar ampliamente el requisito establecido para activar el RR. Acataremos sólo la condición que establece la Carta Magna, y rechazamos de antemano cualquier “condición” que sea violatoria de la Constitución Nacional y que sea utilizada como excusa por el CNE para negar o retrasar la activación del RR2016. No aceptaremos nada que no cumpla con la Constitución, y si el gobierno ha optado por incumplirla y violarla, se encontrarán con un pueblo que los hará acatar la Constitución
Por eso llamamos al pueblo de Venezuela a acudir masivamente a la jornada de recolección de manifestaciones de voluntad para activar el Referendo Revocatorio 2016 que se ha convocado para los días 26, 27 y 28 de octubre, asumiendo que nuestra tarea no se limitara a cumplir un trámite administrativo sino que vamos a ejercer todos los mecanismos de presión democrática necesarios para hacerlas respetar. La verdadera TOMA DE VENEZUELA se realizará durante esos tres días. Al pueblo no lo detendrán con un mezquino número de máquinas, ni ubicándolas de manera maliciosa, ni estableciendo fechas tardías. Los días 26, 27 y 28 de octubre serán tres días de pueblo democrático en la calle cumpliendo y haciendo cumplir la Constitución y la Ley.
Para lograrlo llamamos a todo el pueblo, a toda la ciudadanía democrática a activarnos desde ya, como lo hicimos para la Toma de Caracas del Primero de Septiembre, pero con muchísima más amplitud y fortaleza. Llamamos a realizar a partir de hoy actividades de protesta y organización todos los días y en todo el país. Anunciamos en particular para el miércoles 12 octubre una jornada especial de movilización nacional, en la que desbordaremos las calles de todo el país de forma pacífica, y le haremos saber al régimen y a sus agentes electorales que la recolección del 20% es nacional y que el RR es este año. Les haremos saber que las normas no las ponen ellos sino que están en la Constitución y seremos los venezolanos los que las haremos cumplir.
Desde que este régimen llegó al poder no ha hecho otra cosa que subestimarnos, hacernos pensar que ellos tienen el control de todo y que supuestamente no hay otra opción que no sea someterse a ellos.
Es el momento de recordarles quienes somos: la grandeza de este pueblo palpita en cada uno de nuestros corazones porque sabemos que nuestras diferencias nos fortalecen, porque queremos ir a elecciones de forma pacífica, porque hemos enfrentado las peores tiranías y una y otra vez las hemos derrotado.
Llegó el momento de hacerlo de nuevo y actuar: si el régimen desacata la Constitución, desacata la voluntad de El Soberano y desacata el único requisito que nuestra Carta Magna establece para la realización del Referendo Revocatorio como lo es la recolección del 20 % NACIONAL del Registro Electoral, es nuestro deber activarnos como pueblo y OBLIGARLOS en la calle y en las instituciones a acatar la Constitución.
Hoy nuestro llamado es a defender eso que nos hace venezolanos. Esta es la lección que le daremos al régimen.
Podemos lograrlo porque somos mayoría, porque la Constitución nos ampara y porque el mundo entero respalda nuestra lucha por la libertad y la democracia.
Que viva la democracia, la convivencia y la paz
Que viva Venezuela Libre
¡GLORIA AL BRAVO PUEBLO!
Caracas, 26 de septiembre de 20u16




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La opinión de Pompeyo Marquez


    LA OPINION DE POMPEYO

                


                                            Llueve sobre mojado”

La crisis, que abarca todos los órdenes se agrava, y en especial la situación económica. Las medidas para solucionarla cada una una es peor que la otra, es como “llover sobre mojado”. Las consecuencias para el país son desastrosas. Un estudio reciente señala que 300 negocios bajan diariamente la santamaría, y en lo que va de año se han perdido 400 mil empleos. Son 400 mil hogares que vienen a engrosar al contingente que no tiene como cubrir sus necesidades básicas, que está pasando hambre.
En el campo, apenas se produce 30% de lo necesario para el consumo, ya que las miles de hectáreas, expropiadas, confiscadas, están si producir. Rubros como la carne, la leche, el maíz, el arroz, para citar algunos donde éramos autosuficiente y hasta exportadores, hoy presentan déficits verdaderamente alarmantes. Aumenta el desabastecimiento, la escasez, las colas, la inflación y el bachaqueo. La mortalidad infantil también crece y el porcentaje de venezolanos que solo hace una comida diaria se acerca al 40%, y con ello están comprometidas las nuevas generaciones. 
Pero un dato adicional, al cual no se le ha dado mayor importancia, es el cambio de actitud del gobierno chino a Venezuela. La deuda contraída alcanza a los 60 mil millones de dólares y los incumplimientos de lo pautado, en esa relación privilegiada que Venezuela había alcanzado con China, ha encendido las alarmas. Centenares de técnicos chinos están siendo trasladados a Colombia dado que los proyectos que sirvieron de base a esos préstamos no se cumplen porque están siendo cancelados en Venezuela y puestos en marcha en el vecino país. Retirado el apoyo chino, entra Rusia para darle suministro de hidrocarburo a Cuba, ya que Venezuela disminuye la producción y las últimas cotizaciones del barril de petróleo se mueven alrededor de 38 dólares.
La situación es cada día más intolerable, al lado de la corrupción está la ineficacia, y como gran telón de fondo un modelo económico fracasado. La experiencia vivida nos indica que cada crisis tiene soluciones originales, pero lo real es que ningún país puede vivir eternamente en una situación como ésta.
A la MUD hay que rodearla y levantar la mirada hacia un movimiento que va más allá de ella, es la unidad nacional y un gobierno de transición, también de unidad nacional. Salvar a Venezuela es la prioridad, un gran esfuerzo de unir a los venezolanos y conquistar la democracia y el progreso, dejando atrás la barbarie a que nos ha sometido un grupo de fanáticos, corruptos e incapaces.

Almagro, la OEA y la Cumbre 
Pompeyo Márquez
 
Luis Almagro Secretario General de la OEA escribió para El Nuevo País el 13/9/16 sobre los 15 años de la carta democrática. Es un canto en defensa de la democracia, de los derechos humanos y del progreso. En ese artículo se refiere al procedimiento a seguir para aplicar la Carta Democrática Interamericana y las experiencias anteriores en que se planteó la necesidad de este instrumento, y citamos: “La inspiración y guía de la CID es permanente. Debe ser usada, cual brújula que nos señala el camino correcto y nos marca las diferentes etapas de este recorrido. Así fue como se aplicó en crisis anteriores, como la de Venezuela en 2002, frente al intento de golpe contra Chávez, y en Honduras en 2009 ante el derrocamiento ilegal de Manuel Zelaya.”
La OEA está comprometida a hacer respetar sus tratados y entre ellos aquel que obliga a todos los Estados miembros a cumplir con las reglas fundamentales de la democracia. Quince países han suscrito un documento donde piden al Consejo Permanente discuta el extenso y pormenorizado informe que el Secretario General de la Organización presentó hace unos meses, y de acuerdo con los especialistas en la materia, eso significa que se entró en un proceso de estudio y debate colectivo para la aplicación de las sanciones previstas en la CID. Como se puede constatar, los ojos del mundo democrático están puestos sobre Venezuela, y la crisis profunda por la que atraviesa el país. 
En esa dirección, el respaldo que ha tenido la exigencia del Referendum Revocatorio como una salida pacífica y electoral a la crisis es demasiado importante. El Cardenal Urosa le pide al CNE que no siga postergando la fecha para la recolección del 20% de las firmas, y Maduro y el CNE se burlan del Papa Francisco, de la Conferencia Episcopal Venezolana y de la mayoría de nuestros compatriotas. Es una burla intolerable. 
El fracaso de la reciente cumbre de Margarita, donde al final un grupo de dictadores bañados en sangre de sus pueblos fueron lo que concurrieron: la cifra es elocuente, de 120 países apenas 11 asistieron, con muy pocos presidentes y con un despilfarro de recursos donde se repartían dólares, comida, pasajes como si fuera papelillo en tiempos de carnaval. Los habitantes de la isla fueron sometidos a todo tipo de humillaciones y persecuciones y como lo dice el comunicado de la MUD. 
En tan vital materia como es la integración económica en la subregión latinoamericana, Venezuela con un nuevo gobierno ejercería la Presidencia protempore de Mercosur y revitalizaría a un organismo que tiene que definir las tareas del momento, porque lo otro, el movimiento de no alineados, no pasa de ser un anacronismo.




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El pueblo, la Constitución........Fernando Mires



EL PUEBLO, LA CONSTITUCIÓN Y EL REVOCATORIO
Fernando Mires
Posted: 27 Sep 2016 03:04 PM PDT
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El Pueblo, la Constitución y el Revocatorio: tres instancias distintas y una sola Unidad: no más. 
A través de esa no santísima trinidad los partidos que conforman a la MUD se comprometieron el 26-S a impulsar el RR16 con el propósito de poner fin no a un simple gobierno sino a una forma de estado; no a un mandato presidencial sino a un régimen; no a una persona sino a un sistema de dominación militar y política. Por esas razones, el día 26-D –probablemente será un día histórico- la MUD exigió que el Revocatorio deba tener lugar el año 2016 y no después. No hay ninguna razón técnica ni organizativa que lo impida. 
La Constitución especifica de modo claro que la circunscripción correspondiente a un acto de dimensiones nacionales no puede ser otra sino la nación y no los estados de la nación. Y si aún subsistieran dudas, existe en todas las legislaturas del mundo el peso de los casos precedentes. Durante Chávez los plebiscitos siempre fueron llevados a cabo sobre la base del principio de la nación como circunscripción territorial única. La trampa tendida por las rectoras fue tan grotesca que ni siquiera constitucionalistas afines al gobierno se han atrevido a avalarla. 
De hecho, antes del 26-S no era difícil percibir dentro de la MUD posiciones discrepantes con relación a la actitud a asumir frente a la violación constitucional cometida por las rectoras del CNE. Esas diferencias fueron finalmente ordenadas en dos frentes.
A un lado quienes, con muy buenos argumentos, opinaban que la MUD no podía avalar una violación constitucional tan flagrante como la cometida por el gobierno. Al otro quienes, también con muy buenos argumentos, afirmaban que la MUD no debería abandonar la ruta trazada por el RR16, aún en las condiciones planteadas por el régimen.
Las dos opciones reclamaban para sí el principio de la legitimidad. Unos la legitimidad que procede de la letra de la Constitución. Otros la que proviene de una noción básica de justicia, noción derivada de un principio natural que precede a toda constitución. 
La pregunta que deben haberse hecho los defensores de la primera opción pudo haber sido la siguiente: ¿Cómo vamos a presionar a un gobierno para que acepte el mandato constitucional si nosotros mismos no lo acatamos al pie de la letra? A su vez, la pregunta que se hicieron los representantes de la segunda podría haber sido: ¿Vamos a desperdiciar la oportunidad histórica que se nos ofrece para desacreditar gracias a nuestra inmensa mayoría electoral a un gobierno que dice representar al pueblo?
No se necesita demasiada clarividencia para imaginar que algunos líderes de la MUD sentían tener un hierro caliente entre las manos. Fue tal vez esa la razón por la cual, con muy buen criterio, decidieron tomarse un tiempo para debatir. Podemos imaginar, además, que ese debate interno no fue versallesco. Es imposible que en estos casos la emocionalidad, antiguos rencores, desavenencias mantenidas, no asomen en medio del intercambio retórico. Por eso, lo asombroso no es que hubieran discutido duramente entre sí, sino que al fin hubieran podido llegar a un acuerdo. Más asombroso todavía es que ese acuerdo logró integrar de un modo lógico y armónico a ambas posiciones en una sola. 
El documento –dado a conocer por Chúo Torrealba en el Complejo Deportivo Parque Miranda de Caracas frente a una expectante multitud- es una muestra de como, cuando impera la hegemonía de la política, la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad dejan de ser nociones filosóficas para transformarse en imperativos políticos de gran relevancia.
Efectivamente. La MUD ha aceptado el desafío del gobierno. Llama a votar durante los días fijados: el 26, el 27 y el 28 de Octubre. Pero no convoca a votar como se vota en comicios normales. Esa votación asumirá el carácter de una insurgencia electoral cuya única arma es el voto. A la vez –quizás es lo más decisivo- la oposición desatará en los días que preceden a la fecha revocatoria, una intensa movilización cuyo objetivo será presionar al gobierno para que retire los elementos anticonstitucionales inscritos en el texto electoral, sobre todo el punto referido al 20% por Estado. El día 12-O asoma ya como un nuevo 1-S. Tal vez más duradero, tal vez más combativo, tal vez más profundo.
El hecho de que la declaración de la MUD integre a dos posiciones que parecían ser antagónicas no debe hacer creer de que estamos frente a un documento ecléctico. Todo lo contrario. Los dirigentes de la MUD lograron entender que ambas posiciones no son excluyentes sino, además, interdependientes entre sí. Cada una es la condición de la otra. Así la lucha por la defensa de la Constitución no puede llevarse a cabo si es omitida la lucha por la realización del Revocatorio. A la vez, esta última adquiere una nueva dimensión cuando se convierte en lucha por la defensa de la Constitución.
Antes de que las cuatro rectoras emitieran su escandaloso comunicado, el Revocatorio aparecía como un simple procedimiento constitucional. Después del comunicado ha llegado a ser algo más. A través de la defensa del Revocatorio lo que está en juego es la propia Constitución. O en otras palabras, antes del comunicado oficial, el RR16 era constitucional. Después llegó a ser constitucionalista. Eso quiere decir que a partir del 26-S, con la declaración de la MUD hecha después de haber consultado a diversas organizaciones civiles y religiosas, el pueblo se constituye como pueblo político en defensa de la que ha llegado a ser “su” Constitución. 
De este modo, entre el pueblo, la Constitución y el RR16 ha sido formada una relación dialéctica difícil de entender  por las ideologizadas cabezas de Maduro, Cabello y Rodríguez. 
Como Ceausescu, Castro (da igual cual de los dos) o Gadafi, los mandatarios venezolanos no logran entender que el pueblo ya no son “ellos”. Sin duda, algunos, intuyendo que con su revocación no tendrán ninguna posibilidad de retorno, no vacilarán en recurrir al único argumento que les resta: el de la fuerza bruta. Pero lo que tampoco saben es que hechos históricos han demostrado hasta la saciedad que el poder –contrariando a los desvaríos de Mao Tse Tung- no nace del fusil. Nunca una tiranía ha podido en contra de una mayoría políticamente organizada. 
¿Y si el régimen logra de todos modos cerrar con su fuerza represiva a la vía revocatoria? Aún así. Si lo llegara a lograr quedará tan debilitado, incluso ante su propia gente, que ya no podrá sostenerse más sobre sí mismo. 
El Revocatorio, visto así, aparece no solo como un trámite electoral. Es, o ha llegado a ser, un movimiento social y político. Esa es su lógica. Esa es su dinámica.









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