sábado, 21 de febrero de 2015

El león melenudo Héctor Corro i.

12- EL LEON MELENUDO Muy tempranito me mando mi mama para Terron. Mis hermanos, Manuel y Armando ya se habían ido para Los Cañitos, donde habían limpiado una ""plaza "" para sembrar caraotas. A Terrón, la casa de habitación de mi tío Andres, yo iba a buscar azucar que se habia acabado. Me eche mi morralito al hombro y salí raudo para Terron. Tenía, entonces, como nueve años. Conseguí el azucar y me devolví rapido. Mi mama me habia dicho que no perdiera tiempo porque no habia azucar para endulzar el cafe. Al salir de Terron se andaban como dos kilometros por lo plano. Al cruzar la quebrada del Marianero se comenzaba a subir. Es de hacer notar, que La Trampa, mi casa, estaba situada en la falda norte del picacho del Helechal, uno de los cerros más altos de la cadena del interior. Pasada la quebrada del Marianero habia otros tres pasos de quebrada. Yo, esta vez , andaba a pie. Asi que pase el segundo pase de quebrada, el de la Moralera y seguí subiendo. Del paso del Marianero a la Trampa hay como diez kilometros. Cuando ya me acercaba a la quebrada de El Guayabo venia cansado. Me sente un ratico a descansar y me quede dormido. Debió ser que soñé con un León que estaría en el paso de laquebrada. Lo cierto es que cuando pase la quebrada iba con mucho miedo. Al pasar la quebrada, vi sentado sobre una piedra un enorme leon melenudo. Me acerque al paso de la quebrada con mucha cautela. Aproveche que el León no me habia visto y pase corriendo. De allí hasta la casa de Juana Alvarado, que vivía casi llegando a la Trampa, subí corriendo. Debía estar mas colorado que un tomate y con cara de extremado asombro. Juana me pregunto que me habia pasado y le conté lo del León. Da la coincidencia que en ese lugar habían visto un León barreteado, que es un León pequeño, cómo del tamaño de un perro y que ya se habia comido dos becerritos. Primitivo y Julio Alvarado, hijos de Juana, que estaban en su casa, tomaron sus escopetas y se fueron rumbo a la quebrada del Guayabo. Duraron un buen rato y no consiguieron nada. Me dijeron que habían andado un rato quebrada arriba y quebrada abajo, que habían revisado bien los alrededores de la piedra grande que estaba en medio de la quebrada y no habían encontrado huellas de animal alguno. Pensaron y me dijeron que yo les habia mentido. Me sentí muy mal porque yo era travieso, pero nunca mentiroso. ¿Que paso entonces? Aun no lo se. ¿Alucinación? ¿ Sueño? ........ No lo se. Lo que si se es que aunque han pasado muchos años, sigo con la duda........En ese momento tenia la convicción de haber visto un León melenudo sentado sobre la piedra del medio de laquebrada del Guayabo. Caracas, 24 de marzo de 2014 Héctor Corro I. Serie : RECUERDOS Enviado desde mi iPad

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