domingo, 8 de febrero de 2015

Mínima Labranza Héctor Corro I.



9-   MÍNIMA       LABRANZA

    Cuando en la década de los ochenta del Siglo XX, se generalizo el uso de la rastra para roturar la tierra, y los llanos centrales, especialmente los del Guarico, se convirtieron en mares de sembradíos de maiz y sorgo y de otros cultivos, como el arroz y el algodón, en la Cuenca Alta del Tiznados se presento un problema que seria el empobrecimiento lento y progresivo de esas tierras que hasta ese momento habian demostrado ser de las mejores del pais por su alto rendimiento por hectarea. 
En efecto, siendo la topografia semiplana y el uso de la rastra indiscriminado, se seguia, necesariamente la erosion que debido a los fuertes aguaceros de los meses de preparacion de la tierra, es decir, mayo y junio, la capa vegetal estaba desapareciendo.  Esto obligaria a repensar el sistema empleado. 
¿Habria que regresar a la tala y la chicura? ¿ A los pequeños cultivos del conuco? 
La solución fue el sistema de la MÍNIMA LABRANZA.
  Un Ingeniero  Agrónomo, Profesor de la Univerdsidad Rómulo Gallegos ( UNERG ), el Profesor Rafael Sánchez ( el machete, como todos, cariñosamente lo apodamos ), habia estado estudiando el problema y en unas charlas que dicto en APACASA, hablo sobre la posibilidad de importar una maquinaria que se estaba usando en Brasil.   Con esas maquinas no era necesario el uso de la rastra. 
La máquina hacia las veces de chicura, sembradora y abonadora.
José Rangel fue quien abrió el camino.
  Asesesorado por el Profesor Sánchez , se trajeron dos máquinas, las más sencillas.
Así, poco a poco, fue desapareciendo, en la cuenca del Tiznados, la otrora, utilísima rastra y sustituida por las máquinas de la "mínima labranza".
El resultado fue extraordinario.
Con estas cortas líneas vaya mi humilde homenaje tanto a José Rangel (QEPD), como al Profesor Rafael Sánchez.

Caracas, 20 de diciembre de 2014.

Hector Corro I
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Serie :  LA  CUENCA


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