miércoles, 11 de marzo de 2015

Recordando mis días de infancia Héctor Corro I.

15- Recordando mis días de infancia en La Sierra Salí de la Sierra de mi infancia cuando tenía once años, un 7 de agosto de 1937. Regrese, de visita, 22 años después, un 7 de junio de 1959. En esa visita me acompaño el mejor amigo de mi infancia y de mi vida, Angel Evelio Rodríguez Corro ( QEPD ). Para esa fecha ya mi hermano Armando vivía en La fundación. Salimos de la Fundación bien de madrugada, vía Canuto, Mocundo, Loma Tendía. Como estábamos en invierno, al llegar a Mocundo estaba lloviendo fuerte. El trayecto lo haciamos acaballo, con un burro de diestra en el que estaba montada una plantica eléctrica. No cargábamos con que cubrirnos y nos mojamos de cabeza a los pies. En Mocundo llegamos a una pequeña pulpería. Como estábamos mojados y hacia frío pedimos al pulpero una botella de aguardiente para calentar el cuerpo. Sorpresa....! El bodeguero nos respondió: "Aquí no se vende aguardiente porque a Misia Mercsdes no le gusta, y yo estudie en la Escuela de La Trampa". Angel Evelio y yo solo nos miramos.... De Mocundo , una vez remontada la subida de Loma Tendía, llegamos a Alto Libre. De lo que fuera la casa de mi Tío Antonio solo quedaba el sitio; todo estaba cambiando. Echamos un vistazo hacia el valle de San Pablo y Angel Evelio me informo que allí ya no vivían los Rodriguez, es decir, el papa, el abuelo y los tíos; todos se habían ido....unos para la parte baja, Canuto ( La India ) , otros hacia Belén o Maracay. Los fundos de café ya no eran rentables y habían sido abandonados. Lo mismo había sucedido con Bartolito y Bartolo. La dueña, Carmelita Pérez , sobrina de mi abuela AntoniaPérez, había muerto y los fundos de café abandonados. Seguimos hacia La Trampa. Los caminos enmontados y casi perdidos. Yo tenía una gran ilusión: le estaba llevando a mi mama una pequeña planta eléctrica. También allí había habido cambios.....mi mama ya no daba clases en la escuela. Mi hermana Claudina y Mercedita García, ambas discípulas de mi mama se encargaban de sostener la Escuela. La matricula escolar se había reducido a menos de la mitad; claramente se veía que la Sierra de mi infancia se iba quedando sola. Era cuestión de tiempo. Dos factores fueron decisivos. Desde hacia tiempo los fundos de café dejaron de ser rentables por una parte, y por la otra los caseríos estaban siendo abandonados. Los vecinos se dirigían, unos hacia los centros poblados, Belén, Guigue, Valencia....otros hacia la parte baja y refundaron los caseríos de Bersuga, Canuto. Sabanota..... Mi mama se puso muy contenta con su plantica. También ella, poco después, se iría para San Juan de los Morros. Asi, la Sierra de mi infancia y de mis recuerdos de niño se fue quedado sola..... ¿Como olvidar al filosofo griego.. PANTA REÍ.... .? Todo pasa, si, todo pasa. Caracas, 15 de febrero de 2015 Hector Corro I. Serie : RECUERDOS Enviado desde mi iPad

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