miércoles, 2 de diciembre de 2015

Dialogando con el Papa Bernardo Kliskberger

Dialogando con el Papa

"El Papa Francisco me recibió en audiencia privada en su residencia en Santa Marta el 19/11 pasado"

BERNARDO KLIKSBERG |  EL UNIVERSAL
miércoles 2 de diciembre de 2015  12:00 AM
El Papa Francisco me recibió en audiencia privada en su residencia en Santa Marta el 19/11 pasado. Decidió vivir allí en ese ambiente austero junto con otros sacerdotes, a hacerlo en el palacio del Vaticano. Compartí la audiencia con un prominente empresario español Julio Lage, ejemplo de responsabilidad social. Francisco me transmitió con su ancha sonrisa, "recuerdo el día en que le conferí el premio Juntos Educar de la Iglesia Católica Argentina". Teníamos frente a nosotros al Papa que según The New York Times"no solo se propuso cambiar la Iglesia Católica, sino cambiar el mundo". El que eludió cualquier neutralidad, y tomó posición en el debate sobre el cambio climático, denunciando cualquier tipo de negacionismo, exhortando a escuchar "el gemido de la tierra" agobiada por el calentamiento global. Al que previno a través de su formidable Encíclica Laudato Si, a la Conferencia de Presidentes de París, que hay que tomar decisiones inmediatas para parar a los contaminadores, y crear una economía limpia, porque sino "corremos el riesgo de dejar a las próximas generaciones solo escombros, desierto y suciedad". Al Papa que se puso de pie frente a todos los temas centrales de nuestro tiempo. Que se fue a la Isla de Lampedusa a compartir con los inmigrantes desesperados que se lanzaban al Mediterráneo para salvar sus familias, y advirtió al Consejo de Europa "ustedes están convirtiendo el Mediterráneo un cementerio gigantesco". Al que se fue a un lugar en guerra, la República Centroafricana, a hablar de paz, y compartió con los habitantes de un campo de refugiados. Al que dijo a los pueblos de Ecuador, Bolivia, y Paraguay, en su visita, que debían luchar por la tres T, Tierra, Trabajo, y Techo. Al que está firmemente del lado de los pobres, y resaltó en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium "la necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar". El Papa que dice continuamente no a una "economía de la exclusión y la desigualdad. Esa economía mata" y reclama que "la economía debe estar al servicio de los pueblos, no del dinero".

Nos habló con entusiasmo de uno de los proyectos a los que concede mayor dedicación, Scholas Ocurrentes, que creó con un reconocido pedagogo, José María del Corral, que lo preside, y lidera junto a Enrique Palmeyro. "Quiero impulsar nuevas condiciones en educación para los chicos" nos explicó. En lugar de rigor disciplinario, y enciclopedismo, promover que "piensen por cuenta propia... los valores éticos, la solidaridad". Él personalmente, inaugura las reuniones principales del Proyecto, procura apoyos para el mismo, sigue sus pasos.

Francisco, acompañó sus pronunciamientos, con conductas que despertaron asombro. Señaló CNN que los dignatarios africanos fueron a recibirlo con un Mercedes en su reciente gira, él se montó en un humilde auto. Salió de hablar en el Congreso de Estados Unidos, y se fue a almorzar con 200 personas de la calle, a infundirles esperanza. Ordenó a las iglesias europeas a abrir sus puertas, para recibir inmigrantes. Renovó la esperanza colectiva. Congrega en todos lados multitudes sin parangón. 1/3 de todos los habitantes del Paraguay fueron a escucharlo, todos los espacios posibles del Central Park de New York estaban copados para verlo pasar, millones de jóvenes coreanos muchos no católicos, fueron a escucharlo.

Cuando le recordé su memorable sugerencia a los jóvenes latinoamericanos "hagan lío", nos miró con complicidad, transmitiéndonos el mensaje de que todos debemos hacerlo para tener un mundo en paz y justicia.

Integrante del Consejo Directivo del Alto Panel Mundial de Seguridad Alimentaria y Nutricional. 

Kliksberg@aol.com


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