miércoles, 22 de octubre de 2014

Hasta aquí llego la OPEP Wolfgang U. Molina

opinión

Hasta aquí llegó la OPEP 

21 Octubre, 2014
Muchos países petroleros como Irán, Rusia, Argelia, Ecuador, Libia, Nigeria, Yemen y particularmente Venezuela deberán abandonar las viejas prácticas de promover recortes de producción para impulsar los precios del petróleo, tal y como lo hacían en el pasado para equilibrar sus cuentas fiscales. Simplemente hay una nueva realidad en esta industria y los venezolanos debemos encajarla en nuestras mentalidades lo antes posible. 
El reciente desplome de los precios del petróleo no se debe esta vez únicamente a tendencias estructurales como las que están contrayendo la demanda: la recesión en Europa, la lentitud de la recuperación en los Estados Unidos o el bajo del crecimiento de China. Tampoco por la incorporación de nueva producción proveniente sobretodo de Medio Oriente, Rusia y Latinoamérica.
La clave está en el petróleo de lutitas o de esquistos, obtenido por la técnica de fracturación hidráulica o “fracking”, que ha tenido un crecimiento explosivo en los Estados Unidos. Siendo objeto de controversia por sus impactos ambientales, esta tecnología amenaza con extenderse por el mundo poniendo en el mapa a productores inéditos. El primer productor mundial de petróleo convencional, Arabia Saudita, finalmente ha decido actuar para detener esta tendencia que la puede desalojar de su posición de dominio. Los saudíes han reaccionado no sólo incrementando la producción, que es la maniobra acostumbrada, sino principalmente bajando expresamente los precios con la intención deliberada de afectar la rentabilidad del negocio del “fracking” y disuadir nuevos acometimientos.
Este evento marcará un antes y un después en la historia de la OPEP cambiando la dinámica de la industria y rompiendo la estructura del cartel petrolero. Ha empezado una nueva época para la organización auspiciada por Venezuela en la persona de Pérez Alfonso. Una nueva época caracterizada por dos aspectos: i) Los recortes de producción ya no tendrán el efecto de impulsar los precios y ii) Las decisiones las tomarán directamente los que tienen el poder del lado de la oferta: los saudíes, que tienen costos de producción moderados y reservas para producir durante un siglo al ritmo de 10 millones de barriles por día.
Los que tienen el poder del lado de la demanda son los Estados Unidos, que valora políticamente la reciente reducción de su dependencia del petróleo importado, por lo que es de esperar que reaccione protegiendo a sus productores locales imponiendo un impuesto al petróleo importado, lo que podría desembocar en nuevas reducciones de precios de parte de Arabia Saudita. Se estima que la producción de petróleos de esquistos es solo rentable con un precio por encima de los 75 u 80 dólares por barril, pero este nivel de precios estaría por debajo del precio de equilibrio que los sauditas necesitan para equilibrar su presupuesto. Sin embargo, están dispuestos a hacer el sacrificio quemando sus reservas internacionales en dólares.
No se puede decir quién ganará esta pulseada. En corto plazo Arabia Saudita podría lograr el aplazamiento de inversiones en nuevos proyectos de perforación y producción de petróleo no convencional en los Estados Unidos. Washington podría dejarse ganar este “primer round” sobre todo si los menores precios del petróleo impulsan la economía, calman a los ambientalistas y consiguen poner en dificultades a países antagónicos que constituyen una amenaza para la paz mundial como Rusia e Irán, también rivales de los saudíes.
Sin embargo, esta estrategia de “dumping” sería difícil de mantener en el mediano y largo plazos por el desgaste económico y político que implican. A Arabia Saudita también se le hará difícil hacer retroceder el volumen del petróleo de esquistos que ya va al mercado, pues los costos de operación de los pozos son bajísimos una vez superada la etapa inicial de perforación e inyección de agua a presión. Sin duda, a Arabia Saudita no le conviene una “guerra de precios” con los Estados Unidos, por lo que tendrá que acomodarse a la estrategia de este para conservar su posición dominante. Acomodo que para algunos es alianza.
La OPEP ya no podrá ejercer el rol regulador que tuvo en el pasado. Así cae otro mito que ha anidado en la cabeza de la mayoría de los dirigentes políticos venezolanos. Esperemos que no sigamos creyendo en este fantasma como lo seguimos haciendo con otros.
wolfgangumolina@gmail.com
@WolfgangUMolina

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