viernes, 22 de agosto de 2014

La fórmula del alto desempeño - Pedro B. Celis

La fórmula del alto desempeño

PEDRO BERNARDO CELIS |  EL UNIVERSAL
viernes 22 de agosto de 2014  12:00 AM
La semana pasada escribía sobre la tragedia que significa para el país entero, la fuga de talentos venezolanos al exterior, y el impacto que esta fuga tiene sobre las organizaciones y sobre la productividad. Uno de los aspectos más complejos, derivados de la fuga de talentos, es la necesidad de reconformar los equipos de alto desempeño que fueron desmembrados por esta fuga en las organizaciones. El bloguero Girolamo Ippolito (@g_ippo), nos da algunas luces sobre el tema a través de su post en la red social de LinkedIn. Sin ningún tipo de rigor científico, Ippolito escribe sobre el ingrediente secreto y la fórmula para un gran desempeño individual, con base en su experiencia personal e intuición en estos temas. Creo que la idea de su fórmula y su ingrediente secreto los podemos aplicar también en la conformación de los equipos de alto desempeño.

Las habilidades son las capacidades prácticas que tenemos para hacer algo específico. Dibujar, hacer pan, despostar una res, o rebanar un queso son algunas de las habilidades manuales que podemos tener. También podemos tener habilidades intelectuales como el dominio de las matemáticas y la química entre otras. Las habilidades en general pueden ser aprendidas. El colegio y la universidad nos dan un gran abanico de habilidades que podemos poner en acción. Las Competencias son los comportamientos específicos que nos permiten aprovechar esas habilidades que aprendimos. Por ser parte de nuestro comportamiento, las competencias no se pueden estudiar y aprender. Es necesario practicarlas y concientizarlas. No las estudiamos sino que las desarrollamos con la práctica diaria. Las personas tienen competencias innatas. Pero aquellas competencias que no tienen, las pueden desarrollar. Iniciativa, innovación, foco en precisión y orientación al cliente son algunas de las competencias que podríamos tener. En un nivel básico, el desempeño es directamente proporcional a la suma de nuestras habilidades y nuestras competencias:
Desempeño = ( Habilidades + Competencias )

Sin embargo, las habilidades y las competencias per sé, no son suficientes para generar alto desempeño. Nuestro desempeño aumenta geométricamente con la práctica y con la cantidad de tiempo que dedicamos para practicar. Mientras más habilidades, más competencias, más práctica y más tiempo para practicar tengamos, mayor será nuestro desempeño:
Gran_Desempeño = ( Habilidades + Competencias ) * Práctica * Tiempo
 
Pero Ippolito no se queda en estos elementos solamente. Su elemento secreto en la fórmula del alto desempeño es pasión. Él coloca a la pasión, como un factor exponencial en su ecuación de alto desempeño:
Alto_Desempeño = [ ( Habilidades + Competencias ) * Práctica * Tiempo ] ^ Pasión
 
La pasión incrementa nuestro desempeño de forma exponencial, y es el elemento clave en el logro de un alto desempeño. Es el ingrediente que nos permite hacer lo que hacemos, mejor que los demás. Pero ¿que es la pasión exactamente? También tenemos una formula para la pasión. Uno de sus componentes es el factor X, que no es otra cosa que la profunda y subconsciente razón por la cual somos realmente buenos en lo que hacemos. El otro componente es la actitud, o la profunda y subconsciente razón por la cual nos gusta o nos disgusta hacer algo. Estos dos componentes quedan, a su vez, exponencialmente incrementados por nuestra energía positiva:
Pasión = ( Factor_X * Actitud ) ^ Nuestra_Energía_Positiva

En otras palabras, la pasión, el hacer las cosas simplemente porque nos gusta, es un ingrediente más en la receta para lograr un alto desempeño. Pasión no es la receta, pero representa la energía positiva, el amplificador y acelerador de nuestras habilidades y competencias, y en consecuencia, de nuestro desempeño. Un nivel elevado de pasión no es estrictamente necesario para hacer lo que hacemos. Podemos tener buen desempeño con poca pasión. Pero tampoco la pasión por si misma es suficiente para lograr un desempeño extraordinario. Igual necesitamos las habilidades y las competencias, la práctica y el tiempo para practicar.

La formula de Ippolito la podemos extender, de los individuos a los equipos, a fin de lograr la conformación de equipos de alto desempeño. Es fundamental que los miembros del equipo compartan competencias específicas como trabajo en equipo, comunicación oral, y conciencia interpersonal entre otras. También es necesario que las habilidades sean complementarias entre los miembros del equipo. Demás esta decir que ningún equipo será de alto desempeño desde el día uno. Se necesita práctica y tiempo para practicar. El equipo de alto desempeño requiere de tiempo para engranarse y ajustarse. Pero mas allá de todo esto, a los miembros del equipo les debe apasionar lo que hacen, y disfrutar cada minuto del trabajo. Quien conforma el equipo debe tener todos estos factores en mente. Bajo la perspectiva sistémica, solo así podremos generar la espiral virtuosa del alto desempeño.

@ProfPBCelis - pbcelis@usb.ve

No hay comentarios.:

Publicar un comentario