¿Qué está pasando Dios mío?
1 DE SEPTIEMBRE 2014 - 00:01
Datos obtenidos a partir de una revisión hemerográfica revelan que de enero a julio de 2014 al menos 13 cuerpos fueron desmembrados en Venezuela, en los estados Miranda, Zulia, Táchira, Nueva Esparta, Aragua, Bolívar y Distrito Capital. Voy a colocar apenas algunos ejemplos, porque la cifra es alarmante y estas cortas líneas no me permitirían detallarlas todas. El primer caso registrado en el país a inicios del primer semestre del 2014 y que dio paso a los sucesivos, crímenes de terror, fue el de la mano humana dejada en las inmediaciones del sector La Tinta del municipio San Cristóbal, estado Táchira, el pasado 17 de enero. Dichos acontecimientos tienen alarmado al venezolano y la situación preocupa aun más cuando observamos que estos casos, que parecen ser un extracto sacado de una película de terror, aumentan sin control.
Entre julio y agosto del presente año en tan solo 29 días se han encontrado 3 cuerpos descuartizados en Caracas, son los casos de José María Sardihna de 39 años de edad, quien fue asesinado el 12 de julio; su cabeza y manos fueron lanzados desde un puente en San Martín. Otro caso fue el de Simón Perdomo, de 22 años de edad; el joven que habría sido desmembrado por su compañero de residencia el 22 de julio. Ese día, antes de las 6:00 am, una comisión de la policía judicial encontró la cabeza, manos y piernas que fueron abandonados en tres bolsos en la calle Sorbona con Beethoven en Colinas de Bello Monte. La víctima desmembrada más reciente es Yesenia Mujica, de 20 años de edad; su torso fue hallado en un basurero entre las esquinas Maderero y Puente Nuevo en el centro de Caracas; el 10 de agosto en la madrugada fueron hallados los brazos y piernas de la fallecida, aun su cabeza no aparece.
Me importa un comino lo que puedan pensar quienes dirigen el palacio de misia Jacinta al leer la realidad de las cosas que vivimos en Venezuela y se las digo sin ningún tipo de tapujos, pero al igual que la mayoría del pueblo venezolano estamos indignados, por no decir la verdadera palabra de estos acontecimientos que tienen varios culpables de una misma familia (la revolución del socialismo de siglo XXI ) que por desgracia ya cumple casi 16 años de malas políticas públicas, que tiene sumergido en una gran penuria a todo el pueblo venezolano.
El artículo 322 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es muy claro, establece lo siguiente: “La seguridad de la Nación es competencia esencial y responsabilidad del Estado, fundamentada en el desarrollo integral de ésta y su defensa es responsabilidad de los venezolanos y venezolanas; también de las personas naturales y jurídicas, tanto de derecho público como de derecho privado, que se encuentren en el espacio geográfico nacional”.
Creo en la paz y en el respeto a la vida de cualquier ser humano por eso cualquier muerte violenta se la reprocho al régimen, que quien con su discurso agresivo, su politización en los organismos policiales y la responsabilidad que tienen en el mal equipamiento de las mismas, hace que la familia venezolana se haya mantenido de luto permanente en estos casi 16 años que a mala hora nos ha tocado vivir con estos personajitos. Revisando estadísticas me conseguí con unas cifras que son más que desgarradoras, repito, repudio cualquier muerte violenta y el ejercicio de la fuerza como instrumento para dirimir controversias, pero por ejemplo en los 60 años que lleva Palestina e Israel en una confrontación sangrienta han muerto injustamente 84.434 seres humanos, niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres. Y en 15 años de Chávez y Maduro la mano del hampa y de la insensatez han acabado con 214.000 compatriotas. Ya no aguantamos más esa situación, se nos están yendo los hijos de la patria las bala disparadas por mal vivientes que no distinguen de colores, sexo, o afiliación partidistas. Ellos arremeten con la mayor y profunda maldad en contra de los hijos de Venezuela y lamentablemente este régimen no se inmuta, no les preocupa el dolor de la gente, son unos verdaderos desalmados que tendrán un lugar seguro en el infierno. Por eso debemos prepararnos democráticamente con la mayor fuerza de la unidad para apartarnos lo más pronto posible de esta pesadilla política que estamos viviendo.
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