domingo, 16 de noviembre de 2014

Cincuenta años después HECTOR Corro I



1-   CINCUENTA AÑOS DESPUES

Eran como las 7 de la mañana del día 17 de septiembre de 1937.
Mi papa había  muerto hacia ocho días,  o sea el ocho de septiembre, día de la Virgen de Monserrat,  patrona de Santa cruz de Aragua.
A esa hora se apareció el Padre Peña, quien estaba de acuerdo con mi mama para llevarme a estudiar a Calabozo.  Yo tenía 11 años.
Hicimos el viaje en 14 horas.  Era época de lluvias y el carro se pegaba en los innumerables barriales que entonces tenía la carretera.
Al entrar al edificio donde estudiaría por cuatro años, tuve la certeza que los años felices de mi infancia en la Sierra habían terminado.
 Regrese  52 años después.  Y como había cambiado todo! Cuando yo salí de la Sierra, en la parte baja, en lugares como Canuto, Sabanota, Corcobado..... había una que otra casita o ranchito de barro; los antiguos habitantes, huyendo del  paludismo   se habían ido para la Sierra.  Ahora había varios caseríos.  Puedo nombrar Cantagallo,  Paso Pelao o San José del Paso, Bersuga, Canuto, Sabanota, Corcobado, Chaparrote, Camove.....:..En todos ellos hay casitas de mampostería y techo de zinc, de asbesto o de acerolit.  En todos ellos hay una escuela; algunas hasta tercer grado y en otras hasta sexto grado.   No salgo de mi asombro. ¿Que paso aquí?  Pregunte, y me contaron la historia. Desde los años cuarenta,  la dirección de Malariologia del Ministerio de Sanidad dirigida por el Dr. Arnoldo Gabaldon, emprendió una lucha frontal contra el paludismo.  DDT  y mas DDT.  El paludismo fue desapareciendo. Al estar saneada la zona,  los habitantes de la Sierra y sus hijos regresaron.  La misma Dirección de Malariologia construyo cientos de casitas, sencillas pero saludables, para los campesinos. Se construyeron las escuelas, se le otorgaron créditos a los campesinos y estos comenzaron a producir. Pienso que  fueron  los años dorados de toda la zona. Siento que seria una injusticia no darle el crédito que se merecen los dirigentes campesinos de esos años,la  mayoría del partido Acción Democrática.  Con el tiempo había que trabajar en tres renglones:  vías de penetración,  acueductos rurales y electrificación.
En cada uno de los caseríos, yo diría que casi por generación espontánea aparecieron líderes sociales con nuevas ideas. ¿ Como olvidar a José Ragel en Paso Pelao, a Pantaleon Díaz en Bersuga, a Ignacio Rodriguez y al  Jefe en Canuto, a  Columba de Morgado y su esposo Augusto Morgado, Raul Martinez y Luis Martinez en Sabanota; a los hermanos Torres,   Giselo e Isaías  en Camove,  Chaparrote y La  Simona, asi como a Eloina de Morgado;  a Rafael  Lugo en Corcobado y La Simona; a. Néstor Acosta en toda la zona?     Se construyeron dos puentes importantes,  el de la Platilla y el del Río Tiznados en el  Guarico  y los de los ríos Pacaragua,  Mucaria y el Pao en Cojedes.  Fueron 50 años de desarrollo y progreso.  Para mi que era como un extraño en mi tierra  era como un milagro.
Yo me reencontré con mi tierra  a principios de los años  ochenta.
En el año 1968, con el dinero de las prestaciones sociales de 10 años de trabajo con la Shell adquirí unos terrenos inculltos en la zona de Corcobado.  Pense que era prudente retirarme de toda actividad en la ciudad e irme a trabajar en el campo.  Asi me reinserte a las actividades del campo.  Lo que yo no sabia era que estaba entrando en una nueva vida.

Caracas, 5 de febrero  de 2013.

Hector Corro I.


Serie :  LA  CUENCA


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