domingo, 16 de noviembre de 2014

Los lirios de la Libertad. Héctor Corro I.




1-   LOS  LIRIOS DE LA LIBERTAD

  Yo nací en La Trampa del Tigre, un pequeño fundo de café, ubicado en una de las faldas del Pico del Helechal, el segundo cerro mas alto de la cadena del interior, de las sierras de la costa.  De este cerro se desprenden cuatro filas:  la fila de San Pablo,  la fila de Alto Libre, la fila de Bella Vista y  la fila de La Libertad.  Mis padres vivían del café que producía ese fundo.  Mi mama daba clases en una escuela fundada por ella, que era totalmente gratis.  Mi mama era maestra normalista graduada en la que se llamo  La Escuela  Normal  de Mujeres, fundada por el General Joaquín  Crespo, para ese entonces Presidente de la República. La directora de la ESCUELA NORMAL era  María Antonia Esteller,  sobrina del Libertador.   Mi mama era caraqueña de nacimiento, de la parroquia San Juan.   El pensum de la escuela de la Trampa,  cuyo nombre era Escuela del Rosario, era el siguiente:  Castellano, que comprendía, gramática, lectura, caligrafía, dictado y comprensión; Matemáticas, que comprendía, números  enteros, números  decimales y  números quebrados en sus cuatro operaciones; regla de tres simple y compuesta, mas regla de compañía;  Historia     y Geografía de Venezuela; Educación y Buenos Modales según el Manual de Carreño.  Los alumnos, una treintena de niños campesinos de los  caserios  de la zona.  Yo era alumno regular de la Escuela. El horario era de 9 am, hasta la 1 pm. Yo, todos los días, antes de asistir a la escuela debía buscar la mula de silla de mi papa que la soltaban para la fila de la Libertad. En los meses de mayo y junio,  en la fila floreaban los olorosos lirios silvestres.  También la fila se cubría de una espesa neblina; la mula, animal muy "resabiao", se escondía entre los matorrales y por efecto de la densa neblina era muy difícil encontrarla.  Un buen día, al no encontrar la mula baje sin ella; mi papa me regreso y me ordeno buscarla mejor. Hice lo que pude, pero al no encontrarla,  corte un ramo de lirios y se lo lleve a mi mama para colocarlo en la gruta que ella tenía detrás de la casa.  Esta era una casita de bahareque, techos de zíng  y piso de ladrillos quemados.  Mi mama se puso muy contenta, pero mi papa, ese día, se quedo sin la mula.
Años, muchos años después, siendo yo abogado, se me encomendó redactar los Estatutos y el Acta Constitutiva de una Confederacion de todas las Asociaciones Agropecuarias del Estado Guarico.  Conseagro  se llama esa Asociación.  Los Estatutos fueron aprobados y el Acta Constitutiva fue firmada en San Juan de los Morros.   Con motivo de este hecho, fui invitado a una entrevista por Radio Rumbos, en Villa de Cura, en un programa que se trasmitía, en vivo, a las 5 am. llamado" El Cafecito mañanero"  o algo asi.   En esa entrevista narre la historia de mi papa, mi mama, la mula vieja y los lirios de la Libertad.

Como al mes, en una reunión gremial  en  APADI (Asociación gremial del Distrito Infante del Estado Guarico),  un señor que lucia muy risueño se me acerco y me pregunto :¿ Es Ud. el Dr. Corro?   Yo le dije que si.
Pues sepa Ud.,me dijo, que para nosotros, los productores del campo, Ud. no es ese Doctor que mencionan,  Ud. es  " el niño de los lirios de La Libertad" .  No dije nada , solo una furtiva lagrima, imprudente, se deslizo por mis mejillas.

Caracas, 22  de  noviembre  de  2012

Hector Corro  I.


Serie:  RECUERDOS........



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