martes, 18 de noviembre de 2014

Con el mazo dando Isabel Pereira Pizani

opinión

Con el mazo dando

18 Noviembre, 2014
¿Qué esperanza tenemos, usted cree que esto es para siempre? o aun peor, en personas mayores ¿Acaso moriré sin ver a mi país salir de esta pesadilla? es la pregunta más angustiosa que escucho en cada esquina, café, o sitio público.
Mi respuesta, macerada durante largas e interminables horas de reflexión y estudio: Hay que cobrar conciencia de que se está cerrando un ciclo histórico que tiene raíces muy profundas, se trata de tres lustros mediante el cual se llegó al paroxismo en el ensanchamiento del poder concentrado y totalitario del Estado, donde los sectores populares fueron manipulados a través de discursos, propaganda y subsidios para convertirlos en la base de un poder popular fraudulento, que no tiene nada de pueblo verdadero y mucho de trampa política. Periodo durante el cual se introdujo una variante en la política criolla, el descabellado y anti histórico propósito de implantar el socialismo en plena emulación del derrotado y fracasado régimen castrista, hoy agonizante y dispuesto a rasgarse las vestiduras ante la primera invitación de los países más prósperos del mundo.
Cerramos un ciclo histórico porque un país sin universidades, con educación de tercera no tiene oportunidades, sin salud no sobrevive, con una economía quebrada, sin recursos humanos de calidad no tiene futuro y sin seguridad en la inviolabilidad de la vida humana no tiene presente.
Basta solo oír, mirar las promesas del actual gobierno salpicadas de retruécanos, mentiras, y sobre todo de una negación a la realidad del universo, a la historia de los pueblos. Es lo que sentimos cuando oímos repetir a Maduro que el Socialismo es la solución, nos preguntamos, será que este señor nunca ha tratado de navegar en Internet para acercarse a la historia de los países que intentaron materializar este camino, no sabe nada de Camboya y el Ankar Lew, el cementerio de todo camboyano que supiera hablar un idioma extranjero o que tuviera algún tipo de conocimiento o sabiduría proveniente del enemigo, tribunal responsable de más de 3 millones de muertos en un país de 10 millones de habitantes.
Será que estos personajes del SSXI nunca han recibido noticias del racionamiento en Rusia durante el crudo invierno, sobrevivido a base de marmitas de sopa de coles, o no se han interesado en ver películas como “Good bye Lenin”, o esa hermosa y desgarradora “Habana blues”, que describe la miseria cotidiana en Cuba, el mar de la felicidad, o la Vida de los otros que muestra por un camino muy profundo la pérdida total de libertad ante un régimen que intenta apoderarse de tu espíritu, hasta el extremo de provocar el cambio moral del personaje principal, Wiesler , espía de la siniestra Stasi, la policía secreta de la República Democrática Alemana, experto en espiar vidas ajenas, quien realiza un pasaje desde una posición moral, de total adscripción a un régimen totalitario, a una rectificación subjetiva que le permite hacerse responsable con la imponderable e indescifrable significación del ser humano, del espíritu de los otros, hasta el punto de atreverse a trascender la lógica implacable que le impone su negra misión de espiar y denunciar la vida de los otros.
Repito que estamos cerrando un ciclo histórico porque en medio de todas las dificultades, presiones, amenazas, cárceles, escasez e inflación, los venezolanos no se han arrodillado ante la imposibilidad de superar un totalitarismo que irrumpe en nuestras casas con cada cadena televisiva del inefable Maduro, o con la impotencia de un padre en busca de leche para su hijo de 6 meses de nacido. La gente pregunta angustiada ¿pero en Cuba tienen más de medio siglo y no han podido salir, podremos nosotros?
Estamos cerrando un ciclo histórico porque las reservas que permitía a un gobierno consumir lo que existía se han debilitado, ya todos saben que el precio del petróleo como panacea para seguir en la destrucción del país ha dejado de ser esa fuente inagotable que financia el sometimiento de los sectores populares y la endeble convivencia con países interesados en el suministro del petróleo y no en su adscripción al socialismo. Los dirigentes de la revolución lucen completamente agotados, solo expulsan amenazas, anuncian programas totalmente inviables y tratan de esconderse detrás del pueblo achacándoles responsabilidades imposibles de cubrir.
Esta convicción se refuerza cuando sintonizo pasajes del programa “Con el mazo dando” la idea que me queda es que el personaje que lo protagoniza le está dando con el Mazo a la mortífera utopía socialista y a su supuesta dimensión moral, es como mostrar de la forma más cruda la realidad del socialismo que tanto proclaman, ufano grita: señores el socialismo soy yo, es este lenguaje con que les hablo, que amenaza con enviar sin regreso a un sacerdote a Marte, es esta versión de los valores humanos, que permite llamar a los otros basura o traidores, igual que en tiempos de la Hojilla. Es este irrespeto por la vida de los otros. Avanza el programa y lo veo desenfrenado denunciar, atacar con el mazo para luego de la manera más incomprensible, confesar que se siente amenazado, él quien está blindado hasta los dientes, escoltado por anillos de seguridad, acompañado, según él, por todos los hombres de armas del país. Sí él está amenazado, en peligro, entonces que puedo pensar yo una humilde ciudadana que se atreve a enfrentar el poder de un hombre armado y de un gobierno totalitario.
Al final pienso que con el mazo le está dando a los que ingenuamente aún creen que en el socialismo se puede ser mejor persona.

isaper@gmail.com
@isapereirap

Canal Noticiero Digital

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